Camila Contreras una joven comodorense de 18 años. Comenzó a los 6 años en Calafate Rugby Club, y actualmente está jugando en La Plata Rugby. Hace pocos días fue convocada a ser parte de la preselección argentina de mayores, Las Yaguaretés, donde está concentrando desde este 18 hasta el 21 de mayo.

Sobre este presente, y estar cumpliendo un nuevo sueño por lucir la celeste y blanca, Camila Contreras expresó a PDC: La sensación que tengo en este momento es de mucha alegría y también mucha satisfacción por el hecho que vengo trabajando muy duro, en silencio, paso a paso y día a día para que se me den estas cosas. Así que lo que siento en este momento es alegría y satisfacción por todo el trabajo que he venido haciendo”.

Camila hace un doble esfuerzo, además de hacer deporte está estudiando la carrera de psicología, entrena con su club, y dos veces por semana viaja hasta Capital desde La Plata a entrenar en la academia de URBA con el seleccionado de Buenos Aires.

Esfuerzo que trae su recompensa, y que la ilusiona con tener un lugar en la selección mayor de rugby, “Me trae mucha ilusión cuando me convocan a una concentración porque quieras o no somos un grupo selecto de un montón de chicas que están jugando al rugby así que la verdad que la competencia es muy grande y la verdad atrae mucha ilusión a mi proyección, digamos, esto de que me sigan llamando y yo poder seguir siendo parte”, señalo la jugadora comodorense.

Un sueño que comenzó acompañada de su familia, cuando era muy pequeña. Le tocó se parte de la Selección nacional juvenil disputando de los Juegos Odesur, donde fue medalla de plata. En septiembre del 2022, tuvo su primera cita con la mayor, y a partir de allí su presente fue otro, desea tener su lugar y va detrás de eso.

“Yo vengo de todo un trabajo con juveniles y ahora el estar en mayor es fuerte para mí ya que estoy pisando en esta zona que es desconocida para mí y la estoy conociendo, así que estoy pisando lo más fuerte que puedo para, bueno, ganarme el lugar en el momento que me toque estar. Así que preparándome a full, ilusionada, alegre y muy satisfecha”, comentó la jugadora formada en Calafate.

 “ELEGÍ JUGAR AL RUGBY”: SUS INICIOS EN CALAFATE RUGBY CLUB

Todo esto se remonta a cuando ella tenía 6 años, y sus hermanos fueron invitados a jugar rugby. Camila recuerda que su hermano le plantea esto a su mamá para que lo dejara participar. Un día decidieron llevarlo al club y que pruebe rugby.

Allí comenzó esta unión con el deporte y el club que la vio nacer; Calafate Rugby Club. De ese momento Camila recuerda: “A mis papás les encantó el club, les encantó el deporte, como también mi hermano lo experimentaba y se los demostraba. En ese momento él tenía 4, yo 6 y mi hermano más grande 14. Así que nos metieron al club, a mí me pusieron en la disciplina de hockey, ya que el club cuenta con rugby y con hockey. En ese momento mi mamá me manda a mí a hockey y a mis dos hermanos a rugby. Y bueno, yo arranqué lo que fue el hockey”, señaló.

Sin embargo, con apenas 6 años se dio cuenta que no quería realizar hockey, veía en el club a lo lejos las canchas de rugby y sentía que por allí estaba su pasión. Y la familia que observó que la niña tenía interés por otro deporte, y acompaño.

Cada entrenamiento que me llevaban mis papás, yo lloraba, no quería agarrar el palo. Era algo de que estaba negada con el hockey, no quería, no quería. Así que un día mi mamá se cansó de llevarme y le dijo a mi papá, llévala porque yo ya no puedo”, recordó Contreras.

Así fue que de la mano de su papá, Camila llegó al rugby, “en ese momento yo estaba en la cancha de arriba que es la de hockey, miro hacia abajo y veía que estaba rugby, yo quería bajar ahí, así que mi papá me dice; ´bueno anda, y si llegas a llorar o lo que sea nos vamos´”

Su primer contacto con la "guinda" fue entre lágrimas pero en ese momento sintió que elegía y eligió jugar rugby. Un momento que recuerda hasta el día de hoy y agradece poder haberlo vivido.

“Empiezo a jugar con los chicos, en ese momento justo surge una situación que me tiran al piso, así que lo miro a mi papá y me aguanté las lágrimas de ese momento y bueno desde ese día que elegí, elijo jugar al rugby. Es un deporte que la verdad me da mucha alegría, mucha felicidad, me llena muchísimo, me transmite un montón de valores en el cual si yo no tengo una compañera al lado mío yo no puedo jugarlo, es así, si yo no tengo alguien a mi par no puedo jugarlo, entonces yo creo que la verdad es un deporte que trae muchísimo, te carga como persona y te nutre desde todas cosas positivas.”, apreció Camila.

UNA NENA ENTRE VARONES QUE DERRIBO MITOS

En sus inicios Camila Contreras creció y tuvo su desarrollo deportivo con varones, entre los 6 y los 14 años. Un club le permitió ser parte de un proceso de formación, en el que supo romper estereotipos y barreras dentro de una disciplina que “parece” ser de hombre.

“Fui creciendo y me fui desarrollando entre varones que también me permitieron jugar ya que traía toda una trayectoria, y gracias también a mis entrenadores que también lucharon para que me dejaran jugar con 13 para 14 años. Apenas cumplí los 15 años, me pasé con el rugby femenino, así que ahí conocí lo que era el rugby femenino. Pasé con juveniles y me fui desarrollando. Mi último año fue en el 2022, con 18 años, que logramos salir campeonas invictas con nuestro marcador en cero, ni un partido nos pudieron ganar, así que salimos campeonas de nuestra zona local y pudimos viajar a un regional”, comentó Camila Contreras.

“Era normal muchas veces yo sentirme incómoda con mi cuerpo pero por una cuestión de género”

Camila aprendió el deporte y lo compartió con varones, paso por diferentes etapas en su desarrollo físico y crecimiento; una niña que se convirtió en señorita y mujer, practicando rugby, debiendo procesar y afrontar los cambios de estereotipos y la diferencia de género.

La verdad no fue fácil en ese momento ser una nena entre varones. En ese momento yo la verdad que al ser tan pequeña no distinguía, soy la hermana del medio, de un varón más grande y uno más chico así que me crié entre varones, el cual a mí no me molestaba”, recordó Camila.

Sin embargo se dio cuenta que con el pasar de los años notaba diferencias, que hasta por momentos la hacían sentir incómoda. A corazón abierto, Camila se sinceró e hizo un repaso de ese proceso de cambio en el cuerpo de la mujer.

“Pasando los año, yo tenía otro desarrollo físico y demás en el cual obviamente vos te das cuenta, ya empezas a notar diferencias y te pasan otro tipo de cosas, entonces era normal si muchas veces yo sentirme incómoda con mi cuerpo pero por una cuestión de género, la cual después se me desaparecía el momento de entrenar y demás, o sea era una cuestión de ese momento de la edad, pero la verdad que los chicos siempre me trataron de igual a igual”, sentenció.

También hizo alusión a la preparación de algunos de  los entrenadores que encontró en el camino a los que le tocó enfrentarse como jugadora. “Hubo un par de situaciones donde íbamos a ciertos clubes que sucedía que chocaba o impactaba que una nena esté jugando entre varones, no sabían cómo tratarme. Entonces mis entrenadores intervenían y les decían acá no hay cuestión de géneros ni nada, estamos jugando un deporte, y yo tenía la misma capacidad que los varones, se viene desarrollando desde muy chica con los chicos y no tienen por qué tratarla de menos”, aseguró Camila.

Etapa que supero por su forma de ser, y que transito acompañada de su familia, un pilar fundamental que la sostenía y nunca dejo de acompañarla.

"Pase por un montón de situaciones, comentarios, que te tiraban para abajo”

Camila Contreras no solo derribo mitos, sino que hizo frente a comentarios discriminatorios. Por eso valoró y agradeció que siempre tuviera a su familia apoyándola, y el club Calafate que supo contenerla y cuidarla jugando al rugby.

“Siempre fui una persona muy aguerrida jamás dejé que me bajaran los brazos, muchas veces sí escuchaba comentarios y demás, porque siempre hay gente que lo dice sin querer el hecho de que bueno de que el rugby era para varones, que yo porque estaba ahí que parecía un mari macho”, comentó Camila.

“Pase por un montón de situaciones, comentarios y demás que te tiraban para abajo, y siempre hice lo que me gustó y mis padres también siempre me inculcaron eso de que si a mí me gustaba yo tenía que seguir para adelante. Porque era lo que a mí me gustaba, lo que a mí me hacía feliz, y si yo me sentía cómoda y bien ahí, yo iba a seguir porque era mi deporte y era lo que a mí me gustaba era mi vida”.

El deporte inculca valores, contribuye a crear un marco de contención y de superación, no solo brindando herramientas de competencia, sino de solidaridad, compañerismo y hasta educación. Tanto es así, que Camila en Calafate se sintió en familia, y fue un pilar fundamental para ser la jugadora que hoy es convocada en la Yaguaretés.

“La verdad que yo seguí en Calafate y en el deporte mucho por lo que es el círculo social que tiene el club, es algo que es una familia, realmente es una familia, vos desde que entras ya te adoptan. Nunca tuve ninguna situación mala sino que todas muy positivas y bueno los momentos que yo digo que como que me venía abajo, siempre tuve esa actitud aguerrida y que iba hacia adelante. Siempre fue todo con amor, delicadeza, siempre me trataron de igual a igual; cuando me tenían que retar, tampoco es que yo era una santa, era una nena que quería jugar, me divertía, me mandaba “mis cagadas”(SIC), y en ese momento me llamaban la atención igual que a los varones”, sentenció.

“Venimos luchando de igual a igual, el deporte no es tabú”

La mujer en los últimos años viene ganado un espacio y ocupando lugares que antes solo eran de hombres. Abriendo caminos, contra todos los prejuicios. Camila Contreras es un símbolo de la disciplina en Comodoro, que logró derribar mitos y tabúes, y que anhela que cada vez más mujeres desde niñas puedan practicar rugby.

Sucede que somos nosotros las que estamos metiéndonos y pisando fuerte para seguir en este deporte. En el cual nos estamos ganando un lugar, porque venimos luchando de igual a igual demostrando que si se puede. Es eso que muchas veces me tocaba entrenar y ellos se emocionaban y se sorprendían del hecho que yo era como un varón más. Porque a mí no me daba miedo de ir a chocar, taclear, no daba miedo que me golpeen. Yo era eso, todo lo contrario a lo que uno le tiene temor, entonces causaba ese impacto en los ojos de los entrenadores. De que yo lo hacía con mucho amor, respeto y toda la locura del mundo, porque es el deporte que amo, jamás baje la cabeza por alguien ni por nada. Es lo que me lleva hoy en día seguir haciendo este deporte”, expresó la jugadora de La Plata Rugby.

Camila Contreras sabe que hizo un camino, y dejó su huella en el rugby de Comodoro, también anhela que muchas nenas se sumen a la disciplina, “espero que se haya visto de esta manera, de que yo le abrí las puertas a más nenas que puedan practicar el deporte y que siga creciendo esto. Mientras más chicas arranques el deporte, mejor lo entendes, captas los valores, lo realizas de otra manera. También lo disfrutas muchísimo más”, señalo.

Por eso, deja un mensaje final a todas las familias para que alienten a sus hijas mujeres, “ojala los padres vean al deporte de otra manera y que no solamente como que los varones juegan al rugby y las nenas juegan al hockey. Sino que hoy en día las nenas son libre de decisión, si quieren jugar al rugby ellos tienen que acompañarla porque es un deporte, el cual es como todos lo ven. No es tabú, es un deporte igual a cualquier otro, tiene sus valores, sus cosas lindas, malas, pero es un deporte  y es un hermoso. Si la hija lo elige tienen que estar orgullosos y acompañarla porque la verdad es una gran decisión la que van a realizar”.

“Yo estoy muy feliz porque veo hoy en día cuando voy al club, y a los clubes que hay muchas nenas que arrancan en infantiles y los padres acompañando a esas nenas. Que mejor recompensa para mí que ver eso, a mí que me costó, y en ese momento no se conocía tanto. Hoy en día se conoce, hay un seleccionado de mujeres que juegan al rugby que son Las Yaguaretés las cuales las representan, nos representan y luchan día a día por pisar fuerte y ganar un lugar. Yo estoy feliz con eso y esa para mi es la mejor satisfacción, y recompensa que puedo recibir”, culminó la joven formada en Calafate RC, que fue capitana de la Selección Austral, que está en la categoría mayor y se prepara con ilusión para ganarse un lugar, y poder lucir la albiceleste.