Los pibes Demian Tovagliari y Lautaro Peralta de Nueva Generación hoy se prueban en Huracán de Parque Patricios. Cómo son las prácticas y por qué clubes ya pasaron los comodorenses que van en busca de un lugar fútbolístico en la "ciudad de la furia".

Los jugadores Demian Tovagliari (17) y Lautaro Peralta (14) aprendieron a gambetear con la pelota en calles de piedra. Donde lo único verde que veían era un yuyo aislado al costado del camino. Por eso, hoy en Buenos Aires las canchas con poco césped y un poco de tierra no los asustan.

Los chicos de La Nueva están en Buenos Aires acompañados por Alejandro Tula y en la busca de un sueño. Ambos llegaron a comienzos de semana y realizaron pruebas en Berazategui con el club Arsenal y en la jornada de hoy toca en "La Quemita" con Huracán de Parque Patricios.

Cada instante es una nueva experiencia, y los chicos están entusiasmados con los que le toca vivir. Esta mañana al ingresar al predio del "Globo" encontraron al delantero Chavez, con quien se sacaron una foto para la posteridad.

Demián tiene 17 años y enganche, volante de creación que se desempeña muy bien por ambas bandas y  Lautaro es enlace, puede jugar de media punta.  Alejandro Tula se mostró satisfecho por lo vivido hasta el momento, agradeciendo a cada uno de los que hizo posible esto de estar con dos chicos de Nueva Generación intentando lograr un sueño. Hizo público el agradecimiento del abuelo de Demian que puso su auto a disposición para ir a cada práctica. "Es como estar en casa pero un poco más lejos. Para mí es una experiencia muy grande y compartirlo con ellos. El entusiasmo que le ponen, las ganas y madrugar para llegar a las prácticas. Mañana habrá novedades, sabremos si ellos tienen que volver en diciembre a una práctica más o se suman directamente a la pretemporada. Los que observaron a los chicos quedaron conformes, y resta que se junten Leonardo Bonachera, el muchacho que La Nueva llevó a Comodoro, con las partes y sabremos la evaluación final", confesó Tula.

Ahí van los chicos de Nueva Generación, con la frente en alto, con la pelota al pie y el bolso lleno de ilusiones por la ciudad de la furia.