El talento formado en “La Maquinita” de kilómetro 5 se sumó a los entrenamientos del club “fortinero”, y cumple así el sueño de llegar a un club de AFA.

Hay muchas formas de llegar a una prueba en clubes de fútbol en Buenos Aires. Los tiempos han cambiado, y la tecnología es un factor determinante, además de la suerte. En Comodoro Rivadavia hay muchos habilidosos que les falta mucho para convertirse en grandes jugadores, pero para eso hay que buscar la manera de llegar a Buenos Aires.

El papá de Agustín Carrizo es un convencido que su hijo llegará, y por un contacto en Vélez hizo llegar un video de su nene y sorprendió a los entrenadores. El año pasado durante la pandemia, Agustín entrenó vía zoom y desde hace tres semanas está en Liniers entrenando con las formativas de Vélez. Ayer le confirmaron que el enganche de tan solo 10 años será fichado.

Agustín Carrizo entrenó ayer por la tarde en el Polideportivo de Liniers, y es uno más entre miles de chicos de todo el país que sueña con llegar a Primera División y jugar contra los grandes de Argentina.

“Este momento lo vivo y lo disfruto junto a mi familia, estoy muy feliz de formar parte de las inferiores de Vélez. Es un sueño que todo jugador de fútbol siempre quiere llegar acá. Hoy ya estoy acá con esfuerzo, entrenamientos y con apoyo de mi papá y mamá q siempre están en todo”, le contó Agustín a Pasta de Campéon desde Buenos Aires.

Comenzó en “La Maquinita”  de kilómetro 5 con 4 años a patear una pelota, después se formó en Nápoles donde estuvo dos años, y ahí pasó a Titanes Fútbol Club. También jugó en Huracán y Ferro en cancha grande.

Agustín Carrizo, el enganche comodorense que sedujo a Vélez

“En Comodoro dejo amistades, anécdotas, compañeros de fútbol pero en especial a mi mamá, a mi hermanita, a la pareja de mi mamá, pero ellos van a venir una vez al mes a verme y por ese lado estoy tranquilo. Amo Comodoro Rivadavia, pero lamentablemente hoy en día nos tenemos que ir de la ciudad y buscar nuevos rumbos futbolísticos”, remarcó el pequeño futbolista que se desempeña como enganche dentro de la cancha.

Agustín remarca que su referente es su papá porque siempre está en todas partes acompañandome. “Renuncio  a su trabajo de petrolero para dedicarse de lleno al futbol mío y acompañarme en todo”, admitió.

La familia vive un cambio muy grande. El fin de semana volverán a Comodoro Rivadavia a buscar el pase del colegio porque de ahora en más estudiará en el instituto Vélez Sarsfield. “Mi papá tiene que hacer unos papeles y ya nos volvemos definitivo a Buenos Aires con mi papá”, concluyó.

Agustín Carrizo fue visto a los 9 en River Plate, club que lo busco y lo acomodó en Vicente López, pero le dijeron que le faltaba evolucionar. “Ellos están en contacto con nosotros pero surgió esto y Vélez dio el paso más importante”, sentenció su papá Maximiliano Carrizo.