Pablo Guzmán jugador de vóley que surgió de la Escuela Municipal de Esquel que pasó por el Asnières de Francia, Raision Loimu de Finlandia y esta última temporada en el Nea Salamina Famagusta de Chipre, donde la pandemia pegó fuerte, regresó a la Argentina y espera las ofertas para regresar al vóley nacional.

El jugador de vóley surgido en Esquel, Pablo Guzmán se encontraba en Limassol, tras 10 meses defendiendo la camiseta del equipo de Chipre, donde lo sorprendió el COVID, temporada que fue suspendida y anticipo el regresó a Chubut. Hoy junto a sus padres se encuentra en cuarentena y espera las ofertas para continuar su carrera en el vóley nacional.

Si bien el regreso del vóley es incierto en el país, Guzmán apuesta a quedarse y desde Esquel sobre su futuro deportivo y el posible regreso a Chipre comentó a Red 43.

“No lo sé todavía, mi idea es jugar acá en la Argentina. Después de estas dos experiencias en el exterior que fueron en equipos de mitad de tabla, recibí un llamado para jugar en uno de los mejores equipos de la Argentina y volver a entrenar al máximo nivel que es lo que siempre busqué. De no poder jugar al vóley en los próximos meses por el tema de la pandemia, voy a tener que conseguir un laburo, porque de algo tengo que vivir”.

En la Argentina, la última experiencia de Guzmán fue en Monteros Vóley. Antes pasó por Boca (dos ciclos), River, Chubut y Gigantes, su máximo hito fue su paso por UPCN, con el que fue campeón de Liga y medalla de bronce en el Mundial de Clubes.