El atleta de Chubut por estos días se prepara para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, combinando su trabajo deportivo con una tarea que significará mucho para su vida: la construcción de su casa.  

Una cal y una de arena debe repetir Joaquín Arbe por estos días. El atleta chubutense, único argentino de la disciplina clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, combina entrenamientos con trabajo para poder terminar su casa en Esquel.

Arbe aprendió el oficio de su abuelo y le pone voluntad y garra a lo obra para poder terminar el techo de su familia, donde vivirá junto a su esposa y su pequeño hijo.

Las imágenes trabajando se replicaron en las redes sociales y sus amigos, conocidos y seguidores, destacaron su actitud, su voluntad y su humildad. Por supuesto, también le pidieron que se cuide ya que lo quieren ver correr en tierras asiáticas.

Es que tal como él explicó trabajar en la obra significa sacrificar un entrenamiento. Sin embargo, ambas cosas valen la pena. Un atleta todo terreno.