Azul Caucigh hace un año se radicó en Buenos Aires y hoy cumple su sueño de ser citada para entrenar en el CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) con la Pre-Selección Sub-21, con miras a los Juegos Panamericanos 2020 y Mundial Junior 2021. “Ser parte del proceso es un sueño”, aseguró. Conocé su historia.

Azul Caucigh tenía 16 años cuando se radicó en Buenos Aires para cumplir su sueño: ser jugadora de hockey de elite.

Oriunda de Trelew, Chubut, se convirtió en una pieza clave en el Club Ciudad ahora va por más luego de que fue citada por segunda vez al CENARD con miras al Panamericano 2020 y el Mundial Junior 2021 que disputará la Selección Sub-21.

Azul, que surgió de Patoruzú y tuvo un paso por el Trelew RC, en 2017, ya participó de una primera concentración en el CENARD y para esta segunda experiencia contó que llega “en un muy buen momento, ya que estoy un poco más afianzada a la vida en Buenos Aires y en mi club”.

La joven luego de la primera semana de entrenamiento aseguró que es “muy bueno” el balance y reconoció estar “muy feliz de ser parte del proceso, es un sueño cumplido para mí, después obviamente estará en los gustos del técnico pero voy por buen camino y ampliamente superé mis expectativas, teniendo en cuenta que sólo hace un año que estoy acá”, reconoció.

“UN CAMBIO GRANDE”

Sin dudas no resulta fácil para una joven de 16 años dejar a su familia e irse a vivir sola a la gran ciudad, pero el perseguir un sueño muchas veces requiere de estos sacrificios. Azul lo sabe.

“La verdad que fue un cambio muy grande para mí. Irme sola con 16 años y no tener a nadie fue complicado. Mamá y papá siempre me apoyaron, la verdad que siempre me acompañaron a cada partido  o viaje que hice en mi carrera deportiva, ellos son mi equipo y el motor que me empujó y me empuja a seguir siempre. Sin ellos no podría ser posible estar viviendo el sueño para el que me prepare toda mi vida. Tanto ellos como mis dos hermanas son lo más importante que tengo y sin ellos nada de esto hubiese sido posible”, admitió.

Como objetivos a corto plazo, Azul se plantea “hacer un muy buen último campeonato en la Quinta división de mi club, y luego sí poder seguir afianzándome en Primera, para poder llegar a obtener la titularidad. Y en cuanto a la Selección, en cada entrenamiento que me toque estar, dejar la mejor versión de mí, para poder seguir siendo tenida en cuenta y llegar a donde quiero”.

Por último, la deportista quiso dejar un mensaje a las jugadoras del orden local, que quizás tienen los mismos anhelos pero los ven lejanos o imposibles: “Con perseverancia, sacrificio y muchísimo entrenamiento, se puede soñar. En esto no hay magia, los deseos siempre se pueden hacer realidad, pero para eso hay que tener mucha determinación”, sentenció.