Con tan solo 17 años, el integrante del Team Warriors Cabrera inició su camino como entrenador, superando el parate por la pandemia del coronavirus. El "Angelito" hizo un balance de sus clases en el Gimnasio CEP, recordó su debut como profesional y lo que fue su combate en Comodoro Fight Club, tras cumplirse un año de este evento.

Daniel "Angelito" Cabrera se encuentra en un momento pleno en su desarrollo en el kick boxing. Con 17 años, encaró el proyecto que le presentó el CEP para dar clases semanalmente, en el gimnasio ubicado en Alvear al 192. Un reto que tomó sin dudarlo, a pesar de su corta edad.

Sin embargo, previo a iniciar este camino, el joven comodorense estaba enfocado en su combate en el RYSK Combat Patagónico, organizado por Gym Fight Club, que se iba a realizar el sábado 14 de marzo en el Socios Fundadores. Lamentablemente, este evento debió ser postergado por la cuarentena obligatoria impuesta a nivel nacional.

En ese momento, Daniel recuerda que "el impacto fue muy duro. Estábamos todos los competidores a punto, en buena forma, y pasó el tema de la pandemia. La verdad que lo tome un poco mal, por haber hecho tanto esfuerzo en vano y finalmente no poder pelear. Pero después lo asimile y continué entrenando en casa", detalló en diálogo con Pasta de Campeón.

A pesar del mal trago, "Angelito" no detuvo su marcha. Y en plena pandemia, recibió un llamado que le abrió las puertas hacia un nuevo comienzo. "Cuando reabrieron los gimnasios por primera vez, durante dos semanas entrené y cubrí a mi papá con las clases, ya que por su trabajo tuvo que subir al campo. Ahí me llamaron los chicos del Centro de Entrenamiento para empezar a dar clases en su gym a partir del 25 de mayo.  Sin embargo, ese día se anunció en Comodoro el retroceso de fase en la cuarentena y no se pudo arrancar", explicó.

Finalmente, después de este contratiempo, Daniel Cabrera pudo arrancar cuando se dispuso la segunda reapertura de los gimnasios privados. "A mediados de junio tuve la posibilidad de iniciar con las clases. Obviamente, el CEP tiene todos los cuidados. Seguimos los protocolos, el uso de barbijo, cada uno lleva su alcohol en gel, se desinfecta las zapatillas y las manos al llegar. Y luego empezamos a entrenar", señaló. "No podemos hacer contacto. Hacemos la parte física y la técnica no la hacemos con el compañero, solo en el aire, como haciendo sombra. Es bastante difícil pero no imposible".

"Las sensaciones son buenas. Cuando me llamaron lo consulte con mi viejo y arrancamos. En el CEP también está la escuela Warriors, en zona norte. Me pareció una buena idea y la gente respondió bien, a pesar del contexto actual. Me sorprendió y por eso estoy muy contento de poder dar clases. Es otra cosa estar al frente. Dejas de ser un alumno, tenes responsabilidades. Es muy complejo, hay que tener la capacidad y la pasión para afrontarlo", remarcó Cabrera.

Repasando su carrera, el pasado 5 de abril se cumplió un año de su debut profesional en Bariloche, en el Torneo Ronin Fight Club 5, donde ganó por KO en el segundo round al trelewense Gustavo Mercado. Sobre este acontecimiento, Cabrera puntualizó: "Cuando me contaron no me lo esperaba. Pensaba que iba a ser una pelea semi profesional. Me puso muy contento. Me dijeron que lo hable con mi papá, porque el rival era más grande y era una pelea profesional, sin tibiales y solo guantes de diez onzas. Dijimos que sí y empezamos a entrenar".

"Nos preparamos muy bien para esa pelea y tuve la oportunidad de knockearlo en el segundo round, con una circular a la cabeza. Fue una experiencia linda, única. Con 16 años, no podía creer que ya estuviera debutando profesionalmente".

Foto: Comodoro Deportes

Asimismo, este 13 de julio se recordó el primer aniversario de la sexta edición del Comodoro Fight Club, desarrollado en el Gimnasio Municipal N° 1 y organizado en conjunto por CFC Producciones y Gym Fight Club. Allí, Daniel Cabrera se coronó como nuevo campeón Argentino Juvenil K-Box tras vencer por decisión unánime a Leandro Segnorile, en la categoría hasta 75 kg.

Al respecto, "Angelito" recordó: "En el CFC 6, Leo Moreno me dio la oportunidad de pelear por un título argentino de la Federación Kbox hasta 75 kilos con un rival de Buenos Aires. Estuve entrenando muchísimo. Nos preparamos física y mentalmente muy bien. Esas son las circunstancias de un peleador. Aunque costó, pudimos dar el peso y cumplirlo, porque esa es la primera responsabilidad que tenemos todos".

"Para ese evento vino mi tío de Buenos Aires y me regaló una bata blanca que dice "Angelito". Cuando me nombraron y entre a la pasarela, vi a toda la gente gritando. Parecía que se caían las tribunas, fue algo único. Se me llenó el cuerpo de adrenalina. Al subir al ring fue algo fantástico. Esa noche tire a mi rival dos veces en el último round y cuando dieron el resultado, gane por fallo unánime y me consagre campeón argentino juvenil Kbox", sentenció.

Fotos: Gastón Quiroga / Ente Comodoro Deportes