Pero el amor es más fuerte: La despedida de un ex jugador de Gimnasia que seguirá en Europa
Siete temporadas tuvo con la camiseta del "Verde", donde se ganó el cariño de la gente y lo llevó a ser campeón de la Copa Súper 20 en febrero del último año. Hoy nuevos horizontes se abren y la Liga ACB Endesa lo espera para debutar en el Viejo Continente.
Su sonrisa, altura, timidez, se contrasta con la rudeza, el temple y la potencia de un toro. Así, metafóricamente hablando podemos decir que este ex basquetbolista de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia es en la diaria.
Su nombre es Yoanki Mencia Hernández, "Yoa" o simplemente "Cuba", el multifuncional basquetbolista, versátil por sus características deportivas y física, que puede ser interno y que luego de vestir la camiseta del "Mens-sana" por siete temporadas tuvo un paso por la Liga de China y ahora jugará en el Casademont de Zaragoza.
El nacido en la "Isla Bella", como reza la canción de Orishas, precisamente hijo de Sancti Spiritu, dejó Comodoro Rivadavia y la Argentina para su nueva aventura.
Hace 7 temporadas llegó una mañana de un 8 de enero del 2017 donde comenzaría parte de un sueño en el que lo llevaría para ser emblema de la Liga de Desarrollo y luego saltar al plantel de la LNB.
Luego de su aventura en la NBL de China donde jugó con la camiseta de los Hunan Jinjian Rice, el cubano llegó a Comodoro Rivadavia, entrenó con el ex preparador físico de Gimnasia, Claudio Pessolano en Pico Truncado y hasta aprovechó tiempo para ver a los pibes de la Liga de Desarrollo y el mayor ante La Unión de Formosa, antes de viajar a España.
"Después de 7 maravillosos años es muy difícil decir adiós a este club que se convirtió en mi segunda casa, que me vio crecer y fue mi familia durante este increíble viaje", reza parte de una publicación en redes sociales de Mencia.
"No tengo más que palabras de agradecimiento al haber compartido tantos momentos inolvidables que quedarán marcados en mi vida", agregó Mencia, que fue Jugador Más Valioso de la final por la Copa Súper 20 ante Obras Basket.
"Gracias por confiar en mí y espero que nos volvamos a encontrar en el camino y compartamos ese momento con la misma pasión", cerró Mencia, quien continúa con el sueño de llegar, aquel mismo que lo llevaban a picar el balón en las tardes después de la escuela en su ciudad natal.
El mismo sueño donde participa del Básquet Sin Fronteras de la NBA y que hoy, sin fronteras, su trabajo y juego lo llevan a una de las ligas más importantes del mundo.