Gustavo Oberman tiene 36 años y juega en el ascenso de Argentina. Fue campeón con Argentinos Juniors, el club que lo formó, dejó en el banco de suplentes a Lionel Messi durante un Mundial juvenil con la Selección argentina y cumplió su sueño de ponerse la camiseta de River.

La profesión lo llevó a probar suerte en destinos exóticos como Rumania e India, y hoy es una de las figuras de Dock Sud, el club que le dio un lugar cuando todo parecía perdido. A fin de año tendrá la posibilidad de ascender y agregar un nuevo título a su carrera.

En el año 2005 se consagró campeón del mundo Sub-20 en Holanda, en un equipo que tenía como figura a Lionel Messi. Allí también estaban el Kun Agüero, José Sosa y Pablo Vitti, todos competidores directos por el puesto de delantero. En ese entonces, Cachete alternaba entre la suplencia y la titularidad, pero en el debut de ese torneo le tocó jugar de entrada y dejó sentado en el banco a la Pulga en el banco.

En una entrevista que le brindó a TN Deportes, el jugador contó el día que se peleó con Lionel Messi en un ascensor. “Él era la figurita de ese torneo. No era tan mediático como lo fue después, pero la realidad es que los ojos del mundo ya estaban puesto en él. Me queda un gran recuerdo por cómo se comportó ya que siempre cultivó un perfil bajo, con mucha humildad y respeto hacia todos”, contó.

“Fue una tontería. Éramos 23 chicos encerrados desde hacía un montón de tiempo y a veces surgen cosas incómodas. Un día nos subimos muchos en un ascensor y empezamos a darnos golpes en la cabeza. Uno de esos golpes lo recibió Messi y creyó que yo había sido el culpable. Fue bastante fuerte, cosa que no le gustó nada. Ahí nos agarramos, pero nos separaron”, reveló.

“El enojo nos duró hasta el partido siguiente. Yo ingresé en el segundo tiempo y cuando íbamos a sacar del medio nos miramos y nos reímos. Ahí se acabó todo. Fue una cosa de chicos. Ese partido, contra España, terminó 1-0 y fue mi único gol en el torneo. Messi fue el que me dio la asistencia”, finalizó.