Por Fredi Carrera / PDC

“La verdad es que estoy cumpliendo un sueño, desde chico iba al estadio a ver a la CAI, después en Buenos Aires pude ver a Boca y a la Selección, así que estar acá es un sueño muy grande porque siempre quisimos vivir la experiencia de un mundial”. Valentín Espindola no puede creer todo lo que vive por estos días. El joven comodorense se encuentra en Qatar, donde la Scaloneta buscará hacer historia, y se prepara para vivir su primera Copa del Mundo; una experiencia sureña que compartirá con su papá, su hermano y un amigo.

Valentín es uno de los pocos comodorenses que estará en el Mundial. El 25 de octubre llegó a Doha, y desde entonces espera el inicio de la Copa del Mundo. “Estoy en modo turista”, dice a la distancia. “Llegué el 25 de octubre. Primero estuve solo, ahora llegó un amigo y la semana que viene vendrá mi papá y mi hermano. Si bien es muy lejos, es un esfuerzo enorme el que estamos haciendo, pero vale la pena porque es una última oportunidad: puede ser el último Mundial de Messi, y por cómo viene la selección te da ilusión, así que esperamos que se de de la mejor manera”, dice a Pasta de Campeón desde Qatar.

Valentin y su familia hace cuatro años planificaron el viaje a Qatar. Se quedaron con ganas de ir a Brasil, una copa que quedaba medianamente cerca, y tampoco pudieron ir a Rusia. Sin embargo, mientras se jugaba esa copa del Mundo decidieron que si o si estarían en la primera cita mundialista en un país arabe, y hoy están cerca de cumplirlo.

En su caso, previo a viajar a Qatar estuvo en España, donde tenía planificado trabajar durante unos meses para juntar plata y luego viajar al Mundial. Sin embargo, no todo salió como tenía planeado y una vez que se cumplieron los 90 días de estadía tuvo que dejar Europa porque no tenía pasaporte.

En tiempos de impuestos de viajes altos y dólar en alza la cuenta indicaba que era más económico viajar a Qatar que volver a Argentina para luego volar al Mundial. Así desde septiembre se encuentra en Doha, disfrutando y conociendo esa cultura, una especie de regalo luego que se recibió de odontólogo hace unos pocos meses.

EN PRIMERA PERSONA

Valentin admite que le sorprendió la arquitectura, la comida y la religión de Qatar. “Me sorprendieron varias cosas. Los edificios son muy lujosos tanto de día como de noche, pero por otro lado hay mucha tranquilidad, mucho silencio por donde camines y es muy seguro también. Después algo que me sorprendió es que tienen una alarma para rezar que suenan en diferentes momentos del día y los más ortodoxos si están caminando en la calle, paran, sacan su manta o alfombra y se arrodillan para rezar. La primera vez que lo ví no entendía qué era, pero supuse que pasaba, la verdad fue interesante verlo”.

En cuanto a lo gastronómico, cuenta que durante dos meses aprovechó la cocinita que tiene en el hotel. Así, para abaratar costos compró algunos productos y se cocinó por sí solo. “Compre fideos, cosas frizadas que es mucho más barato que comer afuera. Por ese lado estuve ahorrando. Ahora será buscar, porque hay lugares en los que podés comer barato y lugares en los que no. Pero bueno acá es diferente. No hay carne de vaca, no hay jamón, no hay cerdo. Si comprás algo hecho o para calentar tenés que fijarte que no esté muy condimentado, porque condimentan mucho la comida. Por eso tenés que preguntar que no sea picante porque el no picante para nosotros ya es un poco picante. Entonces tenés que estar preguntando, porque sino capaz no lo podés aguantar”.

La verdad es que los días de cocina se están terminando para Valentín. Mañana junto a su amigo se mudarán a una de las villas que la FIFA construyó para alojar a los miles de turistas que llegarán a Qatar. Allí se alojarán también su papá y su hermano, con quienes compartirá la Copa del Mundo, viviendo en primera persona la experiencia del Mundial.

Son como cabinas, donde también hay pantallas para ver los partidos y hay toda la gente que viene a ver el Mundial. Hicieron como container que tienen una habitación, una cama, ducha y una pava para agua. Está bueno porque todo el complejo tiene pantallas para ver los partidos, lugares para comer o canchitas de fútbol para hacer alguna actividad. La verdad queremos que el Mundial empiece ya, porque estamos muy ansiosos, ya hay muchos argentinos y un lindo ambiente de cancha; es algo hermano, vamos a cumplir el mismo sueño juntos”, dice orgulloso y feliz de poder estar viviendo la Copa en primera persona, una experiencia bien comodorense.