El ex jugador de la CAI a fin de año se fue a Arabia Saudita en su primera experiencia internacional. Todo iba de maravillas. Sin embargo, cuando se desató la pandemia mundial por el coronavirus quedó aislado y varado en ese país. El Colo contó que quiere regresar, siente la soledad, y el reinicio del fútbol es una incognita. Gastó más de 6000 dólares en pasajes y asegura que Cancillería no le da respuesta.

“No vine a pasear, no estoy de vacaciones, cumplí con todo lo que pidió el Presidente (Alberto Fernández) y me siento solo”, dice el Colo Gil desde Arabia Saudita a Clarín. El volante que hasta el último jugó en Rosario Central y que se formó en la CAI de Comodoro Rivadavia está varado en Arabia Saudita y quiere volver al país.

El Colo Gil se encuentra en Corniche, una zona costera de Jeddah, a orillas del Mar Rojo y desde hace días intenta volver al país, gastando miles de dólares en pasajes y realizando los trámites correspondientes. Sin embargo, asegura que la Cancillería no le da respuestas.

“Estoy muy enojado, es un derecho que tengo como ciudadano volver a mi país. Soy una persona que está tratando de regresar por sus propios medios. No estoy pidiendo un favor, solo un simple papel. Me comuniqué con la Cancillería, me dijeron que hay que solicitar un permiso a la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil). Hablé con un señor llamado Federico Franceschini. Quedó en comunicarse conmigo, pero fue hace 7 días y no tengo respuestas. Y ahora me dicen que no me pueden autorizar”, contó.

El Colo asegura que mandó comprobantes de los pasajes y todo lo necesario para que lo autoricen a viajar. Sin embargo, no entiende por qué no le dan respuesta. “Sé que estaban repatriando 700 argentinos por día. También, que volvieron de Estados Unidos, de México, de España… Estoy un poco más lejos, lo entiendo. Pero había comprado un pasaje de Jeddah a París que me costó 4 mil dólares. De ahí, me trasladaba a San Pablo en otro avión por el que tuve que pagar 1.600 euros. Y de Brasil podía moverme hasta Ezeiza en un vuelo privado. Le mandé las fotos con todos los tickets a la Cancillería, pero no me consiguieron la autorización. Entonces, perdí los pasajes y el dinero. Hoy se fue Bruno, un compañero mío que es brasileño. Pero él tiene pasaporte europeo. Yo no podía arriesgarme a llegar a Francia sin permiso y quedarme varado allá como muchos argentinos”, detalló.

El volante también se comunicó con la embajada de Argentina en Brasil, hasta donde pensaba llegar en una combinación de vuelos para aterrizar en Ezeiza. Le dijeron que le iban a enviar unos formularios pero no pasó nada hasta el momento.

Recién en agosto o en septiembre se reiniciaría la actividad deportiva en ese país, confirma el Colo, mucho tiempo para estar esperando solo y aislado. Gil asegura que el esfuerzo económico es grande, y cuenta que aún le queda un hilo de esperanza ya que el domingo sale un vuelo privado con jugadores de Brasil.

Su intención es poder subirse a ese vuelo, pero para eso necesita la autorización del Gobierno Argentino.