Muy mal desempeño, el peor de su carrera como árbitro. Darío Herrera se llevó gran parte de los flashes del superclásico que tuvo como vencedor a River por 1-0 con un polémico penal que Borja transformó en gol.

Pero previo a la única anotación del juego, el juez neuquino quedó en el ojo de la tormenta por sus polémicas decisiones que “beneficiaron” al “Millonario”. La primera acción fue la patada que le propinó Enzo Díaz a Sebastian Villa. El ex defensor de Talleres tenía amarilla y debió recibir otra más tras una dura infracción.

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La siguiente jugada lo tuvo como involucrado a Enzo Pérez, quien estaba con una tarjeta amarilla, llegó tarde al balón y se llevó puesto a Advincula. Sin embargo, Herrera cobró al revés.

Sin embargo, el juez decidió reservarse una polémica más para su floja labor. En otra acción, decidió resguardar a Casco (quien tenía amarilla), tras otra dura infracción. Ni lento ni perezoso, Demichelis lo sacó del juego.

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Por el lado visitante, Herrera también “perdonó” a Alan Varela que le dio un codazo a Nacho Fernández y se salvó de ser expulsado. Posteriormente, Almirón decidió reemplazarlo porque caminaba por la corniza.

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