La publicación que leyó de casualidad era clara, pero por ahí no todas las arqueras que la leyeron entendieron el mensaje o sintieron lo mismo. Thiara Peralta nació en Comodoro Rivadavia hace 18 años, y en febrero pasado le llamó la atención de un flyer: "se prueban jugadoras de futsal en River. Acercarse los días..."

La joven arquera lo charló en su familia, y fue su mamá María Inés la que le dijo la palabra justa y la impulsó a ir detrás de esa posibilidad. De ir a probarse al equipo de Núñez, y Thiara armó todo lo que se requiere para un viaje a Capital Federal y puso en el bolso, además de las rodilleras y coderas, toda su pasión. A la semana le confirmaron que había pasado la prueba y se podía sumar.

No fue para nada sencillo el cambio, pero internamente sabía que su futuro no estaba en Comodoro Rivadavia. Actualmente estudia licenciatura en hotelería y defiende el arco "millonario" en la Tercera división del futsal.

Thiara charló con Pasta de Campeón y contó detalles de su carrera deportiva hasta llegar al presente que la encuentra "viviendo un sueño" como ella lo define.

"Comencé a atajar aproximadamente a los 13 años en Abrazo de Gol, y si bien nunca tuve una referente en el arco, siempre trate de aprender de arqueras que tuve la oportunidad de conocer", asegura en el inicio de la entrevista a la distancia.

El club Abrazo de Gol, que la semana pasada concluyó con exito el IV mundialito femenino en el estadio Municipal, ha sido testigo de los primeros pasos de Thiara hasta que decidió seguir creciendo y pasó por varios clubes en la capital petrolera. "Con el club comenzaron los torneos de futbol de salón y fútbol 7 hasta que nos sumamos a cancha grande. Jugué en Huracán y por cuestiones fuera de lo futbolístico me cambie de equipo a la CAI", recuerda la arquera de 18 años.

En cancha de F5 pasó por dos clubes y tuvo la oportunidad de salir campeona nacional el año pasado. "En cuanto al futsal tuve la oportunidad de estar 2 años en Spartanas, equipo de la A y para el año 2022 me cambie a Las Killer con quien supe salir campeona nacional", detalló la guardameta.

LA PRUEBA Y EL NUEVO DESAFIO AL ALCANCE DE LA MANO

Thiara Peralta viajó a Núñez con muchas expectativas. La arquera es hincha "millonaria" y eso era un plus para ella, el hecho de poder defender el arco con la camiseta de la banda roja.

"La chance de llegar a River fue inesperada, en febrero vi una publicación donde estaban haciendo pruebas de jugadoras, lo charle con mi mamá y ella fue quien me impulso a ir a Buenos Aires a intentarlo. El sábado 11 por la mañana realice el entrenamiento. La entrenadora de su momento me dijo que había pasado la primer prueba pero que tenía que volver la semana siguiente, yo previamente les había informado que era del sur y yo al no poder volver tomaron la decisión de dejarme fija y sumarme al equipo cuando volviera para comenzar con mis estudios universitarios", recordó con lujo de detalles.

El regreso al sur fue emotivo. Sabía que volvía para despedirse y tomar impulso. Ella igual tenía decidido irse de la ciudad, luego de terminar los estudios en la escuela provincial 798, para poder formarse y estudiar la licenciatura en hotelería pero ahora tenía en su manos la chance de seguir haciendo lo que más le gusta: atajar en el futsal.

El equipo "millonario" que se quedó con el superclásico ante Boca. Thiara (con buzo naranja) llevó la cinta de capitán.

PRESENTE Y FUTURO CON LOS PIES SOBRE LA TIERRA

Al principio no fue todo tan sencillo en River, pero su compromiso y perseverancia en cada entrenamiento rindió sus frutos hasta llegar a atajar en el superclásico frente a Boca y con la cinta de capitán en su brazo.

“Me sume a los entrenamientos ocupando el lugar de tercera arquera, sin tener chances ni de ir al banco. Luego por situaciones del cuerpo técnico cambiaron de dirigentes y tuve la oportunidad de atajar mi primer partido de titular. Dos fin de semanas después llegó el superclásico contra Boca. Me dieron la chance de ir de capitana, fue un partido difícil al momento pero pudimos cerrar en un 5-2 a favor donde tuve atajadas claves para cerrar en un resultado favorable para nosotras. Luego de ese triunfo quedamos cuartas en la tabla, y el último fin de semana derrotamos a Pacífico 5-4  y ahora nos ubicamos terceras en la tabla cuando quedan dos partidos por delante”, acotó.

Lo que está viviendo la joven comodorense de 18 años es un sueño, y no se quiere despertar. Por eso sigue alimentándolo en cada entreno, en cada oportunidad que le toca entrar a la cancha. "Es un sueño estar jugando en River y siempre voy por más. Mis metas para este año es mantenerme como titular y seguir demostrando lo que aprendí en Comodoro para poder en un futuro llegar a jugar en Primera y quién dice llegar a la Selección Argentina", aseguró sin titubear como cuando sale decidida a achicar el arco de River en un partido de fútbol.