De jugar un torneo Regional como refuerzo de J.J Moreno a tomarse dos subtes y dos colectivos para ir a las pruebas en Estudiantes de La Plata. La comodrense Azul Caamaño cosechó lo que sembró y se sumó a la pretemporada del "Pincha" en Buenos Aires luego de una prueba en noviembre pasado.

La defensora que pasó por Universitario, Comodoro FC y CAI no dejó pasar la oportunidad, y si bien antes de volver al sur ya tenía el resultado, ella quiso mantenerlo en silencio. No quiso que trascienda.

De muy chica comenzó a jugar a la pelota. Tiene siete primeros más grandes que ella y siete más chicos. En el cordón de la vereda de la casa de sus abuelos ella se mezclaba en el "picado", aunque a muchos no le gustaba la idea.

A fines de enero se instaló en La Plata para ir en busca de su sueño, y se sumó a la pretemporada de Estudiantes. En una charla con Pasta de Campeón brindó detalles de cómo vivió todo su proceso, y de sus objetivos lejos de casa en esta temporada 2024.

"A principios de noviembre se me dio la chance de probarme en Estudiantes. Hablando con Diego Girandi que lo conocí cuando fui como refuerzo a J.J Moreno, me comento que me podía dar una mano para que vaya a prueba a dos equipos", recordó la jugadora comooderense de 20 años.

Azul no dudó cuando tuvo la posibilidad de elegir entre los dos equipos platenses más reconocidos.  "Me fui ciegamente a Estudiantes. En el momento, con miedo porque era algo que no podía creer y se me lleno la cabeza de dudas sobre mis decisiones. A las pocas horas ya había decidido qué quería hacer, aposte a mi sueño, saque el pasaje y luego comencé a ver donde me iba a quedar y como me iba a mover, qué tan lejos iba a estar y me vine a Buenos Aires a probar", explicó.

En los recreos de la primaria se sumaba a patear con los varones, y luego fue contenida en el gimnasio de Rada Tilly hasta que en agosto del 2018 participó de los Juegos Evita con Abrazo de Gol.

Cuando era chica se tomaba el colectivo de Rada Tilly hasta el liceo para entrenar, y conoce lo que es el sacrficio. Ahora en Buenos Aires cuando se fue a probar le ocurrió algo muy similar. "Me tomaba dos subtes y dos micros para llegar, salía a las 11 de la mañana para estar a las 14:15, pero convencida que eso había elegido. Tuve una gran ayuda de Sheila Otero y Abril Girandi que me acompañaron mucho en lo que fue la adaptación y el tiempo que estuve de prueba", acotó Azul.

El resultado de esa prueba estuvo al instante, pero no trascendió. Quería comunicárselo a su familia. "Antes de subirme al avión para volver a Comodoro me dijeron que había quedado, y que vuelva en enero. En ese momento no lo podía creer y sigo sin creerlo", bromeó con una carcajada.

Recuerda con lujo de detalles el instante y todo. "El momento en el cual me confirman que había quedado estaba en el departamento de mi prima con las valijas hechas para volver a casa y nada una felicidad enorme porque es algo que nunca pensé que iba a pasar, es algo que siempre fue una ilusión, jugar en la Primera de un equipo tan grande y con historia es todo un orgullo".

Azul Caamaño en el predio de Estudiantes de La Plata, su nueva casa.
Azul Caamaño en el predio de Estudiantes de La Plata, su nueva casa.

EL PERIODO DE ADAPTACIÓN LEJOS DE CASA

Con el bolso cargado y la ilusión al hombro, Azul se instaló en La Plata en enero, con el objetivo más que claro. Ya es una más del plantel "pincha", aunque la adaptación lleva su tiempo.

"Arrancamos muy bien la pretemporada con el cuerpo técnico, las chicas muy bien súper predispuestas y se ve que tienen muy en claro para donde quieren ir, un grupo bastante bueno, hay mucha comunicación y compañerismo. En lo personal tratando de cumplir y adaptándome al plantel, al clima que es bastante diferente al que tenemos en el sur, pero ahí la vamos llevando", afirmó.

LOS INICIOS Y EL APOYO FUNDAMENTAL DE LA FAMILIA

Para que Azul Caamaño esté hoy en Estudiantes de La Plata, su familia aportó su granito de arena en cada etapa. "Todas las cosas fueron inicialmente por la familia, por mi viejo que cuando teníamos un tiempo siempre lo disfrutamos con la pelota, y tengo una imagen que es el la casa de mi tía de parte de mi papá, en su patio jugando con una pelota con él. Realmente siempre me costó muchísimo poder jugar porque habían personas que no le gustaban que juegue, pero lo más importante es que mi familia nunca me dejo de enseñar y apoyarme por un simple sueño, una simple pasión", reconoció sobre sus inicios en el fútbol.

El deporte es necesario en la etapa de crecimiento de todo niño, y eso conlleva a una rutina familiar de llevar, esperar y traer que no todos pueden hacerlo. Ella tuvo el acompañamiento, y lo remarca. "Estuve un par de años donde iba de Rada al Liceo Militar en colectivo para ir a entrenar, no me perdía un entrenamiento, era lo mejor que me podía pasar. Mi hermana Nella siempre estuvo apoyándome, y realmente si no hubiese sido por ella nada de esto hubiese pasado. Ella me pagaba la cuota de la escuelita, si podía me iba a buscar y me llevaba hasta mi casa. Los fines de semana cuando jugaba hacía lo mismo, si podía iba y si no me llevaba o veía la manera de estar presente".

A la hora de agradecer, también subraya que el respaldo de Comodoro Deportes juega un papel muy valioso. "En un párrafo aparte quiero agradecerle a Hernán Mártinez por toda la ayuda que me está brindando para que hoy pueda estar cumpliendo mi sueño", acotó.

En la temporada 2021, Azul Caamaño defendió los colores de Comodoro FC.
En la temporada 2021, Azul Caamaño defendió los colores de Comodoro FC.

Azul jugó el primer torneo oficial en la historia de Comodoro con Universitario (era la escuela de Abrazo de Gol), y luego pasó a Comodoro FC que representaba a Diadema para luego pasar a CAI hasta que tuvo esta chance que no dejó pasar. "Tuve que dejar mi familia, mis amigos, mis alumnas del Municipal 2, muchas cosas que tenía por venir a cumplir un sueño, pero voy a dar todo"

COMODORO Y SU POTENCIAL

Por último, Azul reflexiona y pone sobre valor la importancia del espacio que tiene el femenino en el sur, y en la sociedad. "Hoy en día es normal ver a una nena jugando al fútbol, y cada día son más las nenas que eligen este deporte. Eso hace a que vaya creciendo más rápido, y en este último tiempo en Comodoro hay mucho potencial, hay nenas de corta edad que son muy buenas jugando, y van a ser mejor si se lo proponen. No tengo dudas que en el futuro van haber muchas chicas jugando en el fútbol grande de la Argentina y porque no en el mundo igual, pero para eso también necesitan el apoyo de sus familias que en el deporte es muy importante", cerró.