Alejandro Ripoll es de Rada Tilly y hace tiempo viene compitiendo en carreras con obstáculos. Previo a la pandemia se preparaba para viajar a un mundial en Estados Unidos. Sin embargo, ahora todo es incertidumbre. Lejos de perder el tiempo, este increíble atleta armó su propio circuito en casa y hasta colgó una bici para hacer más exigente el entrenamiento.

Un kayac con bandas elásticas para remo fijo, un multirig de sogas, nunchuks, anillas, tubos y holds de escalada; un pasamanos; un fly monkey o vuelo de barra a barra; gibbons y una bicicleta colgante para pedalear.

Para quien lo lee pueden ser solo algunos objetos para hacer actividad física; para Alejandro Ripoll, el protagonista de esta historia, son los instrumentos que integran el circuito aeróbico que montó en su casa de Rada Tilly.

Previo a la pandemia, Ripoll tenía un viaje programado a Estados Unidos para competir en un mundial. Sin embargo, ahora todo quedó cancelado y lejos de perder el tiempo decidió perfeccionar un circuito que le permite continuar con los entrenamientos, tal como contó a La Nación.

"En este tiempo de aislamiento social pude conectarme conmigo de una forma que no había hecho antes, tuve tiempo para realizar una introspección, planear objetivos y fijar metas, algo que no puedo hacer en la rutina de la vida diaria. Entrenar en casa tranquilo de manera muy consciente sin el estrés y la vorágine de correr todo el día y dividirme entre el trabajo, el deporte, la alimentación, la vida social, es algo que voy a extrañar cuando volvamos a la normalidad", confesó.

La historia de Alejandro tiene ingredientes de película ya que el ejercicio se convirtió en un estilo de vida y en su primera competencia internacional se quedó con el primer puesto.

Según contó, todo comenzó cuando recibió una invitación para participar de una carrera en Neuquén. En ese momento ya hacía crossfit y running. Sin embargo, fue su viaje de ida y no paró, tanto que cuando decidió participar en su primera carrera internacional, tres años después, en Londres, se quedó con el primer puesto.

En un abrir y cerrar de ojos, pero con mucho esfuerzo personal, Alejandro, se convirtió de un deportista que se ejercitaba tres veces por semana, que comía bastante sano cuando podía y que salía los fines de semana, a ser un competidor que planifica todos sus entrenamientos mensualmente y hasta trimestralmente.

Y sus marcas fueron el reflejo de su esfuerzo. En 2018 fue el mejor Latinoamericano en el Mundial de OCR de Londres y compitió contra los mejores del deporte. En 2019, en una gira por Estados ganó una Tough Mudder y logró dos primeros puestos en su categoría en Spartan Race. Además, es el único argentino en haber logrado esos objetivos, un pequeño detalle.

Por el momento, Alejandro entrena en casa, pero a diferencia de muchos, lo hace con un gran circuito, donde no le da tregua a la exigencia.

https://www.instagram.com/p/B-aGWU8hhWR/