Dalma juega al handball en la Escuela Municipal de Kilómetro 5, Francesco es jugador de USMA. Ambos por estos días cambiaron el deporte por la costura, ayudando a su padre, quien es fotógrafo de Gimnasia en la Liga Nacional. La familia Reales le busca la vuelta a la crisis por el coronavirus cosiendo tapabocas.

La crisis económica que produjo el coronavirus golpeó a las familias, principalmente en aquellos rubros que la actividad está paralizada, como el deporte. Al fotógrafo Javier “Mota” Reales, en este contexto, ante el parate de las actividades deportivas no le quedó otra que reinventarse y junto a sus hijos se dedica a la fabricación artesanal de tapabocas.

Por estos días, a diario, la familia Reales cose tapabocas de tela que luego vende en las redes sociales. Javier está acompañado por sus hijos: Dana que juega en la Escuela Municipal de Kilómetro 5 y Francesco, quien juega en la Reserva de USMA pero ya debutó en primera.

Ellos son los encargados de cortar las telas para que su padre cosa los tapabocas, aprovechando el oficio que aprendió cuando vivió en Córdoba, donde hoy están radicadas dos de sus hijas.

Es un trabajo en familia e incluso desde tierras cordobesas, Candela, que es comunicadora social y community manager le ayuda con las redes sociales y la venta online.

Los “Motita”, la familia que le busca la vuelta a la crisis del coronavirus cosiendo tapabocas

“Tenía mis máquinas de coser archivadas, porque nunca las vendí, dije algún día me pueden servir y hoy estamos haciendo tapabocas. La venta va muy bien, tampoco es un lujo, pero para pucherear viene bien”, explicó “Mota” a ADNSUR.

La familia vende tapabocas, que ahora son de uso obligatorio en la ciudad, a través de “Cosiendo redes”, y lo pueden encontrar en Facebook e Instagram.