El palazo de Nicolás Keenan sorprendió a todos los periodistas, auxiliares y autoridades que se encontraban en el campo sur del estadio Hockey Oi.

El atacante marcó el segundo gol de los Leones para la victoria por 2-1 ante Japón, en la segunda fecha de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

El ruido del impacto del palo contra la bocha, en esa carrera frenética, quebró el silencio en la cálida noche nipona. Era Keenan y su obra maestra, un látigo lacerante que tuvo su eco con el furioso grito de gol del N° 7.

Es curioso: hacer al menos un golazo por partido parece ser el destino del seleccionado masculino en estos Juegos. En el empate con España en la primera fecha (1-1), el equipo también había convertido un maravilloso tanto, por una gran jugada que incluyó un largo pase de Lucas Vila y una exquisita definición de Agustín Mazzilli que sorprendió al arquero.