Los comodorenses Braulio Mendoza y Farid Amado cumplieron el sueño de debutar en la máxima categoría del vóley nacional, la Liga de Voleibol Argentina (LVA RUS), defendiendo los colores de Club Waiwen. A tres semanas de la eliminación en cuartos de final ante Ciudad Vóley, los jóvenes reflexionan sobre su primera experiencia en la elite y el impacto que tuvo en sus carreras.

"Fue un sueño cumplido"

Farid Amado, central de 22 años, todavía asimila lo vivido: "Nunca me hubiera imaginado estar donde estoy ahora. Esta experiencia me ayudó a recuperar la confianza en mi juego y a darme cuenta de que todavía puedo crecer mucho más. Entrenar y competir contra los mejores me impulsó como jugador", aseguró.

Su compañero, Braulio Mendoza, también sintió el cambio de ritmo y nivel, a pesar de su experiencia previa en la Liga Metropolitana y la Selección Argentina Sub-21.

"No es lo mismo jugar la Metro que la Liga Argentina. Es otro ritmo, otra exigencia y otra presión. Me tocó arrancar de suplente, pero con el correr de los partidos fui ganando confianza y terminé afianzándome en el equipo", explicó el líbero de 20 años.

Una liga impredecible y el factor mental

La LVA RUS dejó claro que nadie tiene la victoria asegurada, y eso fue algo que impactó a los debutantes.

"Era muy loco, le ganábamos a River en todos los partidos, ellos después vencían a Monteros y Monteros nos ganaba fácil a nosotros. No entendés nada", contó Braulio.

Por su parte, Amado destacó la importancia del factor mental: "El vóley es un deporte de conexión. Si un jugador entra cabizbajo, se contagia al equipo. Y al revés también. Podés arrancar un set arrasando y en el siguiente, si te relajás, el rival te aplasta".

Braulio Mendoza y Farid Amado: del sueño a lo más alto del vóley argentino

Lo que viene: nuevos desafíos y sueños por cumplir

El camino no termina aquí. Mendoza continuará su carrera en Buenos Aires con la Liga Metropolitana y sueña con una nueva convocatoria a la Selección Argentina Sub-21, que disputará el Mundial en China en agosto.

Amado, en tanto, seguirá con sus estudios de Psicología, pero no descarta seguir en la Metro: "Esta experiencia me dejó con muchas ganas de jugar. Quiero ir a Buenos Aires y ver qué oportunidades aparecen".

Con el talento y la ambición de estos dos jóvenes, Comodoro sigue demostrando que tiene jugadores listos para dar el salto a la elite del vóley argentino.