Laura Carrizo es la tercera jugadora de Comodoro Rivadavia en ser convocada para jugar el Mundial F7 en Brasil, y organizó una venta de pollos para recaudar fondos. De esta manera se suma a Lucía De Brito y Tatiana Colesnichenco.

¿Es en serio?, pregunto Laura Carrizo cuando le comunicaron que fue seleccionada para el Mundial de F7 que se jugará en Brasil. No lo podía creer, y reaccionó a los minutos. Se suma así a Lucía de Brito y Tatiana Colesnichenco, que juegan en Comodoro FC y Ferro respectivamente en cancha de 11.

Laura no solo juega al fútbol, también se destaca en hockey pista donde cada fin de semana juega con su grupo de amigas "Fugitivas" en todo torneo pista que se cruce en el horizonte con el objetivo de divertirse y compartir tiempo con ellas.

"Cuando me entere no lo podía creer, quede dura. Es el sueño de la piba. Arranque en Caleta Córdova porque vivía enfrente de la cancha y lo veía a Fer (Sicard) y Lau cuando entrenaban a los chicos y yo siempre metida hay de chiquitita... Iba a ver y era su ayudanta, le ayudaba a acomodar conitos hasta que arranque en lo que es el fútbol y hockey. Ellos siempre me incentivaron lo lindo que es el deporte. Jugaba con mis amigos de ahí, del barrio hasta que me vieron jugar y me llevaron a futsal a la A", admitió Laura Carrizo.

La jugadora portuaria tiene 30 años y remarca su sorpresa ante la convocatoria. "Es difícil de creer que me convoquen teniendo otras pibas menores de edad y con más futuro por delante. Juro que no lo podía creer", subrayó.

Laura fue convocada hace un tiempo para jugar en Huracán, el primer equipo campeón de Fútbol Femenino en Comodoro, pero lleva tatuado otros colores. "Algunos dirán que soy camisetera pero donde me invitan voy y trato de dar lo mejor de mí, nací, me creí y moriré siendo merlucera... Cuando tuve la oportunidad de estar en unos de los mejores club como huracán y caí que me han llamado para jugar en fútbol 11 pero no. Decidí quedarme en Caleta, con mi gente, mi familia y mis colores", sentenció.

Sobre la chance de viajar a Brasil, la jugadora portuaria no sale de su asombro. Su entorno familiar organizó rápidamente una pollada para mañana domingo en el club, y recaudar fondos para viajar. "De chiquita soñaba jugar un mundial. Siempre de barrio y con mis amigos de la cuadra jugando todo el día  a la pelota. Hoy todo es un sueño pero con la ayuda de todo mi barrio y la gente que me conoce puede que se haga realidad. Todos saben que no tengo una buena posición económica por eso es que necesito la colaboración de todos, ya sea mínima o en lo que puedan colaborar. Tampoco cuento con el apoyo económico de mis padres, pero cuento con su amor que me brinda, y con todos mis hermanos. Se que van a hacer todo lo posible para que este sueño se haga realidad", concluyó.

Los interesados en comprar o dar una mano se pueden comunicar al 297-4 58-3251.