Todos vuelven, menos uno: el nombre que ya no figura en la lista de Boca para el regreso
El Xeneize regresa al país en silencio y con una incógnita que ya sacude al vestuario: ¿quién no subirá al avión de regreso?
Boca atraviesa horas de desazón tras su opaco paso por el Mundial de Clubes. La eliminación era un desenlace previsible frente a rivales de mayor jerarquía, pero lo que dolió fue la imagen deslucida del equipo dentro del campo y la imposibilidad de imponerse siquiera en su última presentación ante un adversario semi amateur.
El regreso del plantel a Buenos Aires está programado para la madrugada del viernes. El vuelo que trasladará a la delegación Xeneize despegará desde Fort Lauderdale a la 1:30 de la mañana, hora argentina. Antes, alrededor de las 22, el grupo dejará su concentración en Estados Unidos para iniciar el viaje de vuelta. La indicación del técnico Miguel Ángel Russo es clara: que todos los integrantes del plantel regresen juntos y se presenten el próximo martes en el predio de Ezeiza, donde comenzará la preparación para el Torneo Clausura, que iniciará el fin de semana del 13 de julio.
Pero el clima dentro de la delegación no es de completa unidad. Desde hace algunas horas, allegados al plantel dejaron trascender que Marcos Rojo podría no subirse al mismo vuelo que sus compañeros. La posibilidad de que permanezca en suelo estadounidense ha comenzado a circular con fuerza y todo indica que su ciclo en Boca está sellado, aunque su contrato se extienda hasta diciembre.
De hecho, Rojo ya se habría despedido en privado de varios de sus compañeros antes del último compromiso en el certamen internacional. Su decisión sería no participar de la primera práctica tras el regreso y evitar cualquier exposición pública en Ezeiza.
Lo cierto es que desde el conflicto que terminó por marginarlo de la lista de jugadores disponibles para el Mundial de Clubes, a pesar de las dificultades defensivas que evidenció Boca durante la competencia, quedó claro que su continuidad era insostenible. La situación se tornó irreversible y su nombre dejó de estar en consideración para el cuerpo técnico.
Resta ahora definir cómo se concretará la desvinculación formal de Rojo. Si bien su contrato vigente establece vínculo hasta fin de año, ambas partes deberán acordar los términos de su salida anticipada. Mientras tanto, sobre el futuro inmediato del defensor de 35 años sobrevuelan rumores de distinto tenor.
En el último mercado de pases, su nombre había sonado como posible refuerzo de Inter Miami, donde podría haberse reencontrado con Lionel Messi. También se mencionó su posible regreso a Estudiantes de La Plata, club que lo formó y al que Rojo ya manifestó en varias oportunidades su intención de volver algún día. Por ahora, no hay nada cerrado, pero su ciclo en Boca está escrito en tiempo pasado.
De esta manera, Boca no solo vuelve de Estados Unidos con una decepción deportiva bajo el brazo, sino también con la certeza de haber cerrado la etapa de uno de los jugadores más importantes de los últimos años en la institución. Rojo, que llegó en 2021 con el cartel de líder, referente y capitán natural, atravesó un camino accidentado, entre lesiones, suspensiones y algunos episodios extrafutbolísticos que terminaron por acelerar su salida.
Se va sin haber cumplido las expectativas iniciales, más allá de haber alzado cuatro títulos con la camiseta azul y oro. Una historia que, como tantas en el fútbol argentino, se despide en medio de rumores, cortocircuitos internos y una imagen opaca, lejos de la despedida ideal para un referente.
La pregunta ahora es si finalmente Rojo tomará el mismo avión que el plantel o si, como ya se especula, quedará en Estados Unidos negociando su futuro lejos de Brandsen 805.