María Eugenia Saavedra y Elías Mendes se conocieron en el club Tiro Federal y se pusieron en pareja. Ambos defienden los colores de Barrio Cemento, y comparten la pasión por la pelota. las tardes de entrenamientos y algo más.

Por Carlos Alvarez - PDC

No importa quien juegue el fin de semana. Ellos alternarán cancha y alambrado para alentarse cuando juegan a la pelota. El club Tiro Federal tiene una de las tantas historias que merecen ser contadas en la capital petrolera.

Elías regresó esta temporada a Tiro Federal para defender los colores del cual es hincha. "A nivel nacional soy de Boca, pero en Comodoro soy de Tiro Federal", aclara orgulloso. Su vuelta coincidió con el inicio de las prácticas de fútbol femenino en el club de barrio Cemento y fue ahí que conoció a María Eugenia quien tiene una relación particular con el club porque jugaban su hermano y su papá. "Ella empezó a jugar futsal de apoco y cuando charlamos para que yo vuelva a Tiro, hablamos para que ella arranque igual con el equipo femenino. Juega de 3 o volante por izquierda, es zurda como su papá que también jugó en Tiro Federal al igual que su hermano", comenta el ahora delantero.

"Los dos somos de familia bien tirolense", remarca Elías antes de que ella cuente como comenzó la historia de amor que lleva tres años. "Nos conocimos en el club porque yo iba a ver a mi hermano jugar, nos hicimos amigos y comenzamos a salir. Me enganche cuando vi en redes que había fútbol femenino en el club. Defender los colores que ama mi viejo, mi hermano y mi novio me incentivaron a probar. Es un gran desafío y algo muy lindo. De a poco se van a ir dando los resultados porque los profes le ponen toda la garra y buena onda a los entrenamientos para que aprendamos", acota María Eugenia quien es hincha de Independiente pero ama a Tiro Federal.

Elías confiesa que obviamente se habla de fútbol en casa, y también trata de darle algunos consejos a su pareja. "Charlamos a la noche o cuando llego del trabajo un poquito porque llego medio tarde. Mientras me prepara unos mates, armamos el bolso para venir al club.  Y a la noche antes del partido practicamos como se tiene que parar y jugar. Como acomodarse en la cancha más que nada", resalta Elías.

El fin de semana no importa quien juegue. Al que le toque entrar dejará todo en la cancha, y el otro estará detrás del alambrado con una palabra amable y de aliento porque ellos siempre irán de la mano, y con la pelota al pie.