Palazzo, con alma de grande: Antognoli, su proyecto y la ilusión antes del choque ante USMA
La historia muchas veces se reactualiza con el presente. Y en Próspero Palazzo, el presente empieza a proyectar una temporada que podría marcar un punto de inflexión. El equipo de la zona norte, uno de los históricos del fútbol comodorense, se encuentra tercero en la tabla con 14 unidades y este domingo se enfrenta a la USMA, el escolta del campeonato, en un cruce que tiene aroma a partidazo, a termómetro, a confirmación.
El escenario será la cancha del Aguilucho. Y allí, donde los jugadores sienten que están construyendo algo importante, estará Félix Antognoli, el conocido entrenador que llegó para ordenar, dar identidad, renovar ambiciones y transmitir ese mensaje que ya fue exitoso en Saavedra como último campeón: “se puede pelear arriba si hay trabajo, compromiso y un objetivo claro”.
Este domingo, el plato fuerte de la fecha de Primera A estará en el “Nido”, donde el local recibirá a USMA, en un partido entre dos equipos que vienen siendo protagonistas. Los de Km5, llegan entonados tras arrebatarle el invicto al “Azurro”, intentará confirmar su buen momento ante un rival directo, mientras que el Aguilucho buscará seguir por la buena senda, tras empatar 1-1 ante Diadema, y meterse de lleno en el lote de punta. El partido se disputará desde las 15hs, con arbitraje de Diego Schoff, acompañado por Jeremías Núñez y Sergio Corbalán.
Un proyecto con bases firmes
Desde el arranque del diálogo con Pasta de Campeón, Antognoli no esconde sus sensaciones. Tampoco esquiva la responsabilidad que implica sentarse en el banco de un club con tanta tradición y de la que él conoce y donde se coronó.
“Palazzo es un grande. Y necesita volver a competir en los primeros planos. Ojalá sea conmigo, pero el club merece tener esa posibilidad de pelear un campeonato”, aseguró sin pelos en la lengua pero seguro de su trabajo con los jugadores.
El entrenador remarca que el primer paso fue respetar la esencia histórica del club: el sacrificio, la garra, el ADN competitivo. Y sobre eso, construir una nueva idea.
“El club siempre tuvo un un equipo aguerrido. A eso hay que sumarle juego colectivo. Para mí es esencial. La mezcla puede ser muy buena”, reconoció.
Los resultados, por ahora, lo respaldan: 14 puntos en la tabla, 4 victorias, 3 caídas y un equipo que se planta con seguridad. Pero lo que más valora Antognoli es el crecimiento semanal, el aprendizaje constante.
POSICIONES DE LA PRIMERA “A”
“El martes, ganes o pierdas, hay que seguir trabajando. El fútbol te exige todo el tiempo”, aseguró el DT que logró el ascenso con Saavedra en 2023 y en 2024 logró ser campeón tras 40 años de sequía en el “Parque” y su trayectoria la abalan cuando regresó a un club que conoce y donde siente el apoyo de todos sus integrantes.
Una tabla apretada y un sueño largo
La Primera A comodorense no da tregua. Salvo la CAI, que logró cierta regularidad, según indica el entrenador, el resto se alterna entre triunfos y derrotas. En ese contexto, Palazzo se ha mantenido expectante, aprovechando cada oportunidad y buscando posicionarse en la pelea de arriba y un triunfo ante Huracán ilusionó a sus hinchas.
“Yo siempre dije: quiero llegar a octubre sin pensar en lo de abajo. No quiero depender de que si empatamos y pierde otro. Hay equipos históricos que siempre están en la pelea. Nosotros queremos estar ahí, no es una locura pensarlo”, marca su idea y un camino de trabajo para llegar a dicha meta para el “Pato”.
Antognoli repite una idea que también aplicó en Saavedra: no se trata sólo de tener un buen arranque, sino de construir una campaña que permita llegar con vida a la recta final del torneo.
“Si lo trabajamos y convencemos, el equipo va a estar. No digo que salgamos campeones, pero sí que Palazzo puede pelearlo”, lo dijo sin vueltas.
El partido con USMA, un juego clave
Este domingo, el cruce ante los “Patricios” y que representa más que tres puntos ante el equipo que dejó sin invicto al líder CAI. Será una medida real del crecimiento del equipo.
“Es un partido de los lindos. USMA viene haciendo bien las cosas, tienen muchos chicos jóvenes, están bien físicamente y mentalmente. Nosotros tenemos lo nuestro, con más experiencia y nuestras armas”, aseguró.
El técnico, con la tranquilidad que lo caracteriza, también pone sobre la mesa la ambición del grupo: “Queremos ganar, meternos en el lote de punteros. Palazzo tiene que volver a ser un producto importante para el fútbol local. Y este partido es una oportunidad.”
Las armas del equipo: pelota detenida, velocidad y la unión en la adversidad
Cuando se le pregunta al “Pato” por las fortalezas del plantel, no duda:
- Pelota parada: “Hemos hecho cuatro goles así. Tenemos jugadores altos, que van bien arriba. No es común, y lo estamos aprovechando.”
- Transición ofensiva: “Tenemos delanteros de buen nivel como (Jesús) Molina y Gabriel Campos, y chicos que cuando les toca suplantarlos, lo hacen muy bien.”
- Compromiso grupal: “El grupo es muy obediente desde lo táctico, trabajan todos los días, quieren estar arriba. Y eso también se nota.”
Así mismo, el ex entrenador de las formativas del Club Huracán reconoce que: “Los chicos ven con otros ojos la llegada de jugadores que han potenciado el plantel. Ellos sienten que ahora es el momento de pelear algo”, remarcó.
¿Clasificatorio?: ilusión o dura realidad
Una de las preguntas que surgen cuando se ve a un equipo competitivo es si se animará a ir por más. Palazzo podría soñar con un Clasificatorio Local rumbo al provinvial por un lugar en el próximo Regional Amateur, pero Antognoli pide cautela. Conoce de memoria los desafíos que representa un doble frente.
“Es muy lindo jugar clasificatorios, pero hay que tener estructura. Más allá del plantel, se necesita que el jugador se sienta bien, que la institución esté bien. Hay que ser organizados”, valoró.
“El fútbol de Comodoro es amateur, los chicos trabajan. Hay que cuidar el físico y la cabeza. Porque después te podés encontrar sufriendo en el torneo local”, agregó pensativo y con cabeza fría.
Antognoli prioriza el proceso, el crecimiento sostenido, y no se deja tentar por atajos.
Evita hablar de futuro. Vive el presente, lo valora, lo construye día a día. Pero sabe que algo se está gestando.
“Yo lo único que deseo es tener a Palazzo peleando ahí arriba. Después, el futuro dirá para qué estamos”, aseguró.
Este domingo, en cancha del Aguilucho, el equipo tiene una nueva oportunidad. De medirse, de ilusionarse, de reafirmar que está para grandes cosas. Palazzo sueña. Y su técnico, con la voz calma y la mirada firme, lo guía por ese camino.