El arquero de la selección peruana, Pedro Gallese, no tuvo la mejor de las reacciones en uno de los momentos en que se interrumpió el partido cuando un joven peruano se acercó a Lionel Messi para darle un abrazo.

El guardametas, que no venía teniendo una gran noche, observó la situación en donde los guardias de seguridad querían atrapar a un nene que estaba yendo hacia el mejor jugador del mundo para saludarlo y abrazarlo.

Ante esto, el mismo Gallese se sumó a detener al joven que invadió la cancha que, finalmente, fue capturado por el personal para después retirarlo del estadio.

Luego, se alcanzó a observar un curioso gesto del arquero de Perú hacia las afueras del campo de juego en señal de enojo.

Del Instagram de pastadecampeon