Luego de la victoria de Laprida sobre la hora por 2 a 1 ante Oeste Juniors, hubo incidentes entre los jugadores, árbitros y efectivos policiales.

El equipo dirigido por Ángel "Loro" Cano se adueñó del clásico del Far West sobre el final del partido. A los 48, en los tres minutos que adicionó el árbitro, Sebastián Tureo sentenció el resultado. Ante la situación, Carlos Pereyra, delantero de Oeste Juniors, amenazó e insultó al juez Pedro López por el tiempo añadido.

Entre ida y vueltas, los efectivos policiales controlaron a los jugadores visitantes que le reclamaban al árbitro desaforadamente. El revuelo se controló, pero de igual modo el ambiente finalizó tenso en la cancha de Laprida.