Gago definió quién pateará el penal para Boca en el superclásico ante River y sorprendió a todos
Sin vueltas, el entrenador xeneize dejó en claro quién es el encargado de agarrar la pelota ante una hipotética ejecución desde los 12 pasos.
El aire en el predio de Ezeiza se respira con una mezcla de urgencia y convicción. Mientras Boca Juniors afina los últimos detalles para enfrentar a River Plate en el Monumental, un fantasma parece perseguir al equipo: la relación tempestuosa con los penales, un drama que tiene como protagonista involuntario a Edinson Cavani.
El uruguayo, histórico goleador con más de 500 goles en su carrera, carga sobre sus hombros el peso de una estadística incómoda: cuatro penales fallados en los últimos meses, dos de ellos en abril, justo cuando el Superclásico se asoma como un examen de fuego para sus aspiraciones en la Liga Profesional.
La narrativa, sin embargo, no se reduce a números. Cavani, de 37 años, encarna la paradoja de un delantero que sostiene el equipo con su jerarquía y experiencia, pero que enfrenta una sequía goleadora inusual. Solo dos goles en 2025 —ante Huracán y Defensa y Justicia— contrastan con su legado de depredador en el área.
El último mes lo encontró fallando ante Newell’s, en un penal que pudo marcar el rumbo del partido, y repitiendo el error días después contra Estudiantes, donde su remate fue atajado por Matías Mansilla, el mismo arquero que le había frustrado una ejecución en 2024. Cada fallo activó un debate recurrente: ¿debe seguir siendo el ejecutor designado?
Fernando Gago, técnico xeneize, zanjó la polémica con una contundencia inesperada. En conferencia de prensa, no solo ratificó a Cavani como el elegido para los penales, sino que lo defendió con argumentos que trascienden lo estadístico. “Tiene más de 500 goles en Primera División. Por no hacer uno o dos, no pasa nada”, afirmó el DT, destacando su aporte táctico en la contención del juego y su liderazgo en el vestuario. Gago, que construyó un equipo sólido con nueve victorias en los últimos diez partidos, parece dispuesto a bancar al uruguayo incluso si el riesgo de un nuevo error acecha.
Pero el contexto no perdona. En febrero, Cavani protagonizó un momento surrealista en Lima: tras errar un gol incomprensible desde medio metro, Boca cayó eliminado ante Alianza Lima en los penales. Aunque el uruguayo convirtió su remate en la definición, la imagen de la pelota escapándosele entre los pies quedó grabada como un símbolo de su presente. Con un 56% de efectividad desde los 12 pasos —cinco aciertos y cuatro fallos—, su historial en el club dista de ser el de un especialista infalible.
Sin embargo, Gago insiste en mirar más allá: “Lo veo muy bien anímicamente. Nos sostuvo cuando teníamos que aguantar la posesión”, argumentó, refiriéndose al partido ante Estudiantes, donde Cavani actuó casi como mediocampista para administrar el resultado.