Gabriel Quintero es de Comodoro Rivadavia y divide sus días para trabajar como cartero y director técnico en el pueblo chubutense que tiene más de 3000 habitantes.

El Club Social y Deportivo Río Mayo nunca jugó un partido oficial. El equipo celeste y blanco fue rechazado durante años por las ligas de Chubut a raíz de la distancia que existe con las demás ciudades. Por eso, si no hay imprevistos, Río Mayo será aceptado -a principios de 2021- en la Liga Norte de Santa Cruz, en la sede de Caleta Olivia. Su entrenador es Gabriel Quintero, oriundo de Comodoro Rivadavia, quien se mudó junto a su familia y actualmente trabaja como cartero en el pueblo chubutense de 3.000 habitantes. Allí dirigió al conjunto de la localidad en la extinta Liga Centro Sur, torneo no oficial auspiciado por Chubut Deportes, donde se consagró tricampeón.

Fueron años de mucha angustia, de mucho dolor, tanto para la Primera como para los chicos. Y también para las mujeres, que tienen su equipo. Hacer deporte es un derecho humano. No poder hacerlo es frustrante. Falta poquito para que cambie eso”, expresó Quintero al diario Jornada.

Es de Comodoro y trabaja como cartero y entrenador de fútbol en Río Mayo

Quintero es hincha de Jorge Newbery y jugó con los veteranos del "Aeronauta"

Hace cuatro años, el club logró el cambio de jurisdicción a la Liga Norte de Santa Cruz. “Será muy emotivo el primer partido que juguemos. Será el primer partido oficial de nuestra historia. Es una lucha de 76 años que llega a su fin. Es mucho tiempo. Es la vida de una persona. Lo haremos por nosotros mismos y por todos aquellos que lucharon, soñaron y no pudieron verlo. Es el sueño de un pueblo”, comentó el comodorense.

Es algo particular jugar en Santa Cruz siendo de Chubut. Pero lo importante es que nos abren las puertas en Caleta. Estamos muy agradecidos con Raúl Mayorga, presidente de la liga Norte. También estamos agradecidos con las autoridades de AFA, del Consejo Federal y del gobierno de Chubut que nos dieron una mano para cumplir este sueño. A nivel personal, no puedo dejar de agradecer a mi padre, Osmar Quintero, que fue DT y me enseñó el amor por ese puesto. Soy su legado. También quiero agradecer a mi madre, Olga Kruse, a mi mujer Ana Wolf y a mis hijos Walter y Florencia. Ellos estuvieron en los malos momentos. Y ahora disfrutarán de los buenos”, sentenció.

Fuente: Diario Jornada