La represión de la policía en el estadio de Gimnasia provocó una barbarie que dejó como saldo un muerto, decenas de heridas, una avalancha de hinchas que ante la nube de gas lacrimógeno que los asfixiaba intentó salir del lugar pero se encontró con los portones cerrados.

El caos tomó dimensiones brutales entre el ataque de los agentes, la desesperación de las personas que querían escapar mientras otros reaccionaban contra la acción indiscriminada de los policías.

Dentro de la cancha se vivieron momentos de desesperación que a lo largo de la jornada se fueron conociendo en los medios de comunicación. Esta tarde, por ejemplo, una abuela contó en IP cómo Juan Román Riquelme la ayudó a salir del estadio en medio de la intoxicación por los gases lacrimógenos.

“Le quiero agradecer a Riquelme que tuvo un gran gesto conmigo, después de una hora de estar en la tribuna, él me acompañó y salí por la zona de vestuarios”, contó.