Martín Dedyn hace un tiempo está radicado en La Serena, donde también se padece la situación de violencia que afecta a Chile por la ola de protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera. “Se están viviendo días complicados pero hay que sobrellevarlo”, dijo a PDC el exjugador, quien contó cómo afecta la cotidianidad todo lo que sucede.

El sábado el restaurante donde trabaja el chubutense Martín Dedyn, ex jugador de la CAI y Brown de Madryn, decidió cerrar temprano ante los incidentes que comenzaron a producirse en diferentes ciudades de Chile en reclamo del aumento del boleto de subte, una protesta que ya suma 15 muertos y que derivó en el toque de queda en el vecino país.

Desde entonces la cotidianidad se rompió en La Serena, tal como sucedió en otros puntos de Chile.

Martín este lunes por la noche dialogó con PDC y contó cómo se vive todo este conflicto, el que acompaña en solidaridad con su novia.   

“Ayer y hoy (por el lunes) hubo toque de queda. El restaurante donde trabajo no abrió, directamente cerró; después los supermercados estaban cerrados; se habla de desabastecimiento y hay filas enormes para entrar al súper, pero dejan entrar a 30 personas y te dan un monto máximo para el consumo. El transporte tampoco funciona. Esperemos que mejore la cosa”, comenzó diciendo.

Martín el domingo fue a una marcha, la primera en su vida. Cuenta que la gente se manifestaba en forma pacífica cuando de repente la policía comenzó a reprimir con gases lacrimógenos.

“Uno siempre en la televisión ve caos pero a la manifestación que yo fui era unión, el reclamo del pueblo y ni en ningún momento vi incitar la violencia. Me sorprendió ver tanta gente manifestando su descontento, pero no puede ser que por solo manifestarse empiecen a tirar bombas lacrimógenas cuando la manifestación es pacífica y la gente solo está demostrando su descontento, que es real”.

El exlateral derecha no oculta su sorpresa por “la mano dura que aplica la policía” y también por la “unión entre los chilenos”. “En la manifestación se juntan desde nenes de 4 años hasta abuelos de 70, todos juntos en una plaza o hacer un recorrido con sus cacerolas y gritando. Todos luchando por una misma causa”, cuenta.

Y al hacer un análisis de lo que vive sienta su propia postura. “Me parece bueno que la gente salga, se manifieste y no sienta miedo. Ojala puedan generar los cambios que la gente quiere, porque evidentemente hay un descontento y por suerte están decididos a luchar por lo que creen que les corresponde”.

El argentino, quien tuvo un paso por el fútbol de Albania, cree que “las manifestaciones van a seguir”. Aunque por momento solo queda esperar.