El papa Francisco y su amor por el fútbol: el "pata dura" fanático de San Lorenzo
Jorge Mario Bergoglio nació en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires y vivió siempre bajo la fe del fútbol. Se crió acompañando a su padre a ver a San Lorenzo de Almagro.
La muerte de Francisco causo hondo pesar en el mundo entero, y más en la Argentina. Jorge Mario Bergoglio nació en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires y, como buen argentino, vivió siempre bajo la fe del fútbol. Se crio acompañando a su padre al estadio de San Lorenzo de Almagro
“Siempre me gustó jugar al fútbol, daba igual que no fuera muy bueno. En Buenos Aires, a los que eran como yo los llamaban ‘pata dura’. Algo así como tener dos pies izquierdos”. Así describía el papa Francisco su pasión por el fútbol, en su autobiografía ‘Esperanza’ (2025), escrita a partir de conversaciones con el periodista italiano Carlo Musso.
Su amor por San Lorenzo lo había acercado al fútbol y nunca se olvidó del equipo campeón de 1946, al que recitaba de memoria.
“Vi casi todos los partidos del campeonato de 1946, que ganaríamos pocos días antes de que yo cumpliera 10 años y, más de 70 años después, tengo presente a aquel equipo como si fuera ayer: Blazina, Vanzini, Basso, Zubieta, Greco, Colombo, Imbelloni, Farro, Martino, Silva... Los diez magníficos. Y luego... Luego estaba Pontoni. René Alejandro Pontoni, el delantero centro, el goleador del San Lorenzo, el que arrastraba el ‘Ciclón’, mi preferido”, recordaba en el citado libro.
Pero más allá de su identificación con el equipo azulgrana, para el papa Francisco, el fútbol era una herramienta social. Una palanca para el cambio. "El deporte es un medio para expresar los propios talentos, pero también para construir la sociedad. El deporte, de hecho, nos enseña el valor de la fraternidad (...) En el campo, no importa el origen, la lengua o la cultura de una persona. Lo que importa es el compromiso y el objetivo común. Esta unidad en el deporte es una poderosa metáfora de nuestras vidas. Nos recuerda que, a pesar de nuestras diferencias, todos somos miembros de la misma familia humana", dijo a comienzos del año pasado en la recepción de la asociación deportiva Athletica Vaticana.