Decisión tomada en Boca: fin de ciclo para un referente y su salida es inminente
La relación con el nuevo cuerpo técnico se tensó al máximo y su futuro en el club quedó sentenciado. Los detalles de las actitudes que no gustaron y el plan de la dirigencia para descomprimir la situación.
El vínculo de Marcos Rojo con Boca Juniors atraviesa sus últimos capítulos. El experimentado defensor de 35 años, que llegó en 2021 como referente y llegó a portar la cinta de capitán, dejará de pertenecer al club una vez finalizada la participación en el Mundial de Clubes 2025. Su escasa consideración por parte de Miguel Ángel Russo y algunos episodios recientes aceleraron una decisión que parecía inminente.
Desde la llegada de Russo, el panorama de Rojo se volvió cada vez más adverso. La elección del DT de priorizar a Ayrton Costa, incluso esperándolo hasta último momento para utilizarlo por encima del ex Manchester United, ya anticipaba un escenario complicado para el platense. Aunque su contrato vence en diciembre, en el club no esperan que continúe hasta entonces.
La situación se agravó este sábado, luego de la derrota frente al Bayern Múnich. Rojo se presentó en la práctica pero no entrenó junto al grupo, alegando una molestia muscular y optando por realizar trabajos en el gimnasio. La actitud no cayó bien en el cuerpo técnico, que valoró la predisposición de otros futbolistas con dolencias —como Edinson Cavani y Ander Herrera— que sí estuvieron junto a sus compañeros en los entrenamientos.
Además, durante el partido ante los bávaros, el zaguero tuvo una actitud que llamó la atención: apenas hizo un breve movimiento precompetitivo y, sin mayores explicaciones, se retiró a sentarse en el banco de suplentes, a diferencia del resto de los relevos que se mantuvieron activos y listos para ingresar.
Todo esto colmó la paciencia del cuerpo técnico y de la dirigencia. De cara al próximo partido frente a Auckland City, decisivo para las aspiraciones de Boca en el torneo, Russo evalúa darle su primera titularidad a Marco Pellegrino, recientemente incorporado, ante la lesión de Costa. Rojo, en cambio, ya no aparece en los planes.
Una salida sin escándalos
Desde la dirigencia, liderada por Juan Román Riquelme, buscan manejar la salida de Rojo de manera prolija, sin conflictos públicos. La idea es esperar alguna oferta que permita su traspaso inmediato. Si eso no ocurre, no se descarta que ambas partes acuerden la rescisión del contrato.
Incluso en el club creen que en las próximas horas el defensor podría presentarse a dialogar con el Consejo de Fútbol, ya que existiría una propuesta concreta para continuar su carrera. Cabe recordar que tiempo atrás había sonado como posible refuerzo de Inter Miami, el equipo de Lionel Messi en la MLS.
Un cierre desgastado
El semestre de Rojo ya venía con altibajos. Antes del cruce ante Independiente, por los cuartos de final del Torneo Apertura, el defensor había faltado a una práctica por un cuadro febril, pero su situación interna se había desgastado por actitudes poco profesionales que no fueron bien vistas por el club, cuando todavía el entrenador era el interino Mariano Herrón.
A lo largo de su ciclo en Boca, Rojo disputó 118 partidos, conquistó cuatro títulos y sufrió varias lesiones que le impidieron tener la continuidad esperada. Recién a comienzos de esta temporada había logrado cierta regularidad física bajo la conducción de Fernando Gago, pero su relación con el club parece tener las horas contadas.
El cierre está cerca y todo indica que Rojo se despedirá del club tras la participación de Boca en el Mundial de Clubes, marcando el fin de una etapa que comenzó con grandes expectativas pero que en el tramo final se desdibujó.