El volante comodorense Pablo Ruiz dialogó con Pasta de Campeón desde Austria, a donde fue cedido a préstamo hasta noviembre por el Real Salt Lake. 

Pablo "Quique" Ruíz está almorzando cuando recibe la llamada de Pasta de Campeón. En Austria son las dos de la tarde y el volante comodorense hace solo un par de horas salió del entrenamiento con FC Pinzgau Saalfelden, el equipo al que fue cedido a préstamo por seis meses.

En Comodoro recién el sol está asomando por detrás de los cerros. Sin embargo ni la distancia ni el cambio horario permiten que la charla fluya. Quique está contento. Hace 21 días llegó a ese país y se prepara para debutar por la tarde en su equipo.

"Estoy bien, la adaptación fue rápida a pesar de que no es mi idioma, ni nada. Pero dentro de todo lo llevo bien; hablando un poco inglés y el técnico también habla un poco español. Estoy volviendo a retomar mi camino, ojalá Dios quiera que esto sea gran parte para un despegue en mi carrera", dice.

Al ser consultado por cómo surgió la posibilidad de ir a un destino exótico para el mundo del fútbol, admite que en gran parte fue porque "no venía jugando", aunque no sabe por qué.

"Había hecho una pretemporada buena, en la que me dijeron que iba a tener muchas posibilidades de jugar, la verdad no fue tan así. Yo seguía entrenando para seguir y ser citado aunque sea para la banca y lamentablemente no se pudo dar. Tenía que buscar una salida en la cual yo pueda jugar y como el club tiene gente acá se dio esto. Son seis meses, mi vuelta a Estados Unidos es en noviembre cuando termina el campeonato. Se dio así, el técnico me dio su confianza, es un técnico de mucha trayectoria en el fútbol de los equipos grandes".

"Quique" tiene solo 20 años pero está casado con una comodorense que lo acompaña en su aventura futbolística. Primero en Buenos Aires con San Lorenzo, luego en Chile con San Luis y más tarde en Estados Unidos en el Real Salt Lake. En Austria por el momento está solo, pero en los próximos días llegará su pareja. "Quique" asegura que la vida es tranquila y la gente muy atenta.

"La verdad me llama la atención como son, son personas muy atentas".

Y respecto al fútbol asegura que su "equipo no es muy grande pero se caracteriza por mucho sacrificio, viven el día a día a mil, demostrando que ellos quieren progresar en lo que es el fútbol de acá. En mi cortar carrera he jugado en el profesionalismo y para ellos eso lo toman como una experiencia".

Sin embargo, el volante admite que el nivel es muy diferente a Estados Unidos o Argentina. Por el momento su objetivo es encontrar su mejor versión en estos seis meses y luego volver a la MLS. "Mi mente está puesta en prepararme bien para el próximo año para poder jugar, es lo que más quiero y después el destino dirá si seguiré en los Estados Unidos", sentenció.