Leonardo Herrera, el defensor nacido en Caleta Olivia, formó parte del plantel de la Comisión de Actividades Infantiles que logró el histórico ascenso a la Primera B Nacional en mayo del 2002, y lo recordó junto a Pasta de Campeón.

Al cumplirse 16 años de aquel logró histórico que consiguió la CAI, el club de Comodoro Rivadavia, al llegar a la Primera B Nacional y convertirse en la primera institución de la Patagonia en lograrlo generó recuerdos, anecdotas de todo tipo y Pasta de Campeón dialogó con uno de los protagonistas.

Leo Herrera, nacido en Caleta Olivia, fue uno de los jugadores que vivió ese momento y lo recordó de la siguiente manera. "La verdad, recordar ese ascenso me trae muchísimos recuerdos. Haber trabajado duro, haberse esforzado para intentar lograr un objetivo, y haberlo logrado con un poco de suerte pero también fue producto del trabajo y el empeño que pusimos todos juntos: dirigentes, jugadores, cuerpo técnico, allegados, amigos y familiares. La gente que nos acompañó también, los hinchas. Tener la posibilidad de recordar ese momento hoy me llena de orgullo"

El jugador santacruceño remarca algo que hoy con el paso del tiempo toma otra dimensión. "Fuimos el primer club, la primera institución de la Patagonia en jugar el segundo torneo en importancia de la Argentina, la Primera B Nacional, y con muchos chicos de la zona, nacidos acá en el sur. Supimos darle ese valor agregado al esfuerzo, coronándolo con el logro deportivo que es lo que busca el deportista", admitió.

Herrera luego siguió en distintos clubes, y se formó como entrenador. Sin embargo, lo destaca como algo muy importante en su carrera. "Pudimos lograrlo y mantenerlo, en mi caso durante cinco temporadas. Es el mejor recuerdo que tengo de mi paso por el fútbol profesional. Cuando llega esta fecha, uno se llena de nostalgia y de buenos recuerdos, de los compañeros y de las cosas que nos tocó vivir para poder lograrlo y quedar en la historia", expresó.

Por último, recordó los viajes que tenían que realizar para jugar en distintas ciudades del país. "De esa campaña han quedado muchas anécdotas, muchos viajes. Nosotros fuimos siempre el club que más kilómetros recorrió. Viajábamos con el viejo colectivo, el 'bala' de Gimnasia y Esgrima de Comodoro. Era una hazaña viajar, y siempre haciendo más de 1500 kilómetros como mínimo, y supimos valorar ese esfuerzo. Sirvió para conocernos como personas y logramos con la mayoría  de ese plantel ser amigos, y eso se rescata hoy a la distancia.

(Foto: archivo El Patagonico)