El volante Marcos Ruiz decidió colgar los botines a los 28 años y retirarse en Jorge Newbery. El "flaco", formado en Nueva Generación, habló con Pasta de Campeón en su despedida.

No fue una decisión sencilla, pero tampoco fue algo apresurado. Pero la vida a veces pone desafíos por delante, y Marcos Ruiz decidió pensando como cuando robaba una pelota en la mitad de la cancha y pensaba cuál era la mejor opción de pase.

Luego del partido con Florentino Ameghino, el club dio a conocer la noticia por redes sociales, y Pasta de Campeón charlo con él sobre el retiro pero también sobre una etapa que comienza ser pasado en un futbolista de 28 años. "Fue una decisión que tiene que ver con la estabilidad laboral y económica, principalmente pensado y poniendo en primer lugar a mi familia", apuntó el mediocampista que surgió en Nueva Generación y se destacó en aquel equipo que consiguió el ascenso en cancha de Ciudadela en diciembre de 2010 donde jugaban Vedia, Aguilar, los hermanos Tula, Vallero, el 'Polo' Winter entre otros.

Ruiz sabe que del fútbol lo mejores recuerdos no siempre son títulos, y en ese sentido remarca que "lo mejor que me llevo del futbol son las amistades, el día a día en los vestuarios, recuerdos de partidos, anécdotas, esas cosas no se irán nunca de mi cabeza".

De La Nueva pasó a la CAI donde le tocó vivir distintas etapas. Pero a la hora de hablar de un recuerdo apunta uno en particular. "Creo que una de las mejores cosas que me tocó vivir fue el ascenso al Federal A con la CAI, el Nonagonal, el partido con San Martín de Tucumán. Son muchos recuerdos lindos, pero ese es el primero que se me viene a la mente", explica.

"El ascenso con la CAI fue una de las mejores cosas que viví"

La última etapa en el "Lobo" fue sabiendo que podía ser la última, pero lejos de ponerse triste no se guardó nada. Disputó el Regional Amateur, y jugo en la liga local hasta que dijo: basta. "Con Newbery también me llevo lindos recuerdos. Los clásicos con la cancha llena, eso es algo hermoso. La gente del 'Lobo' es sensacional. Creo que solo perdí un clásico, el de septiembre de 2017", recuerda sin titubeos.

El "Flaco" dejó la mitad de la cancha y ahora jugará otro partido. El de ganarse la vida trabajando en una empresa ligada al petróleo para un mejor pasar junto a su familia.

"El ascenso con la CAI fue una de las mejores cosas que viví"