A casi un mes del triste episodio ocurrido en los partidos de la final patagónica del Torneo Regional Amateur entre Jorge Newbery y Deportivo Rincón, Hugo Barrientos rompió el silencio en un imperdible mano a mano y habló de lo que vivió en carne propia, como también de la fuerte decisión al dar un paso al costado dirigiendo el club de sus amores.

"Contra lo que pasó no se puede hacer nada, a nosotros no nos dejaron jugar una final, por reglamento ganábamos los puntos y pasábamos nosotros. Fue un circo armado, a los jugadores de ellos nunca les robaron los botines, tampoco se les pegó. Mi cuerpo técnico fue atacado por gente de ellos y hay denuncias penales, algo que no se sabe. Nosotros nos dedicamos a trabajar día a día, la ilusión la teníamos todos y nos la robaron al no dejarnos jugar", expresó con fuertes declaraciones en conversación con Pasta de Campeón en lo que fue una de sus peores experiencias como DT.

Previo a la polémica final patagónica, recordó lo que fue una definición infartante frente a la Comisión de Actividades Infantiles en la que, por muy poquito, casi quedan afuera del Torneo Regional Amateur en la instancia de semifinales. "La CAI fue un digno rival con muchas aspiraciones, tranquilamente podrían haber pasado ellos. Nosotros veníamos en alza recuperando jugadores de experiencia que habíamos traído para la parte final", dijo, apuntando de lleno a esos dos partidos inolvidables.

Foto archivo
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Y en esa etapa anterior a la última etapa del certamen en la Patagonia, el ex entrenador de Jorge Newbery fue de a poco hablando de lo que ocurrió con Deportivo Rincón que ya desde la fase de grupos venía llamando la atención que tengan, al menos, un penal por partido. "El arbitraje no solo fue polémico con Deportivo Roca, sino con Maronese también e incluso con Colón de San Justo. Eso termina de arruinar el fútbol y es lamentable. A Rincón le dieron un penal prácticamente por partido. El goleador (David Boquín) tenía ocho goles y siete fueron penales", resaltó.

Enfocado de lleno al día a día en el "Lobo", Barrientos afirmó que como jefe de grupo y con su cuerpo técnico "no nos anticipábamos a lo que podía llegar a venir" porque "confiábamos mucho en nuestro plantel y estábamos en alza". Desde el primer día hasta el último, teniendo en cuenta que los suyos también estaban peleando la zona del campeonato local con Deportivo Portugués. "Jugamos medio torneo con una base local con distintas lesiones de nuestros jugadores que cuando se recuperaron hicieron la diferencia".

"Lo de Rincón era un caso que podía llegar a pasar en nuestras cabezas, nosotros siempre priorizamos jugar y nuestra cancha no fue suspendida".

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Cuando Newbery estaba listo para jugar comenzó a sentirse un clima caldeado que ya anticipaba una tarde-noche difícil para los de Comodoro que, de entrada, sufrieron un revés que fue complicando aun más los 90 minutos.

Como si hubiera sido ayer, Barrientos no dejó escapar la chance de hablar del polémico penal que le cobraron a Brian Fernández, lateral que se fue expulsado por doble tarjeta amarilla antes de los 20 minutos de la primera mitad. "A Fernández le cobraron doble amarilla por un juego brusco que no existió. Fue un penal entre comillas, porque no lo fue, que no se pudo ver ni quedar registrado por la 'chanchada' que fue. En ese momento saltan a cabecear en el área y el árbitro apuntó a cobrar el penal", definió. Segundos después, Boquín puso el 1 a 0 en una curiosa racha goleadora con varios penales a favor del 'León'.

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A los 34, Fernando Inda estampó el 2 a 0 final en Neuquén, aprovechando el estar con un hombre de más frente a su gente.

Ya finalizado la cruce de ida, sí hubo algo que llamó poderosamente la atención del cuerpo técnico y de los futbolistas del "Lobo". Hinchas de Rincón se acumularon en el campo de juego aguardando que los visitantes salgan del vestuario para incrementar aun más la violencia. Esa misma noche, el presidente del club del barrio 9 de julio habló con Pasta de Campeón y denunció amenazas de muerte, se quejó del pobre operativo policial e incluso confesó que les dijeron que "les iban a cruzar un auto en plena ruta" de regreso.

Los siete días previos a la vuelta de la final patagónica fueron uno más eterno que el otro, pero conforme llegó la fecha, se conoció que el club neuquino arribó a Comodoro en un vuelo charter, entrenó a puertas cerradas en el Estadio Municipal de Km.3 y que además, los jugadores fueron custodiados en un reconocido hotel de la zona céntrica.

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El segundo duelo iba a jugarse el domingo siguiente a la ida a partir de las 19 con un estadio repleto de hinchas de Newbery y con muchas ganas de vivir una tarde-noche de buen fútbol. Pero…

El "León" debió arribar a la cancha en un horario, pero lo hizo muchos minutos más tarde y produjo inconvenientes en el operativo policial para lograr el ingreso. Fue ahí que se produjeron los primeros incidentes cuando el goleador Boquín denunció haber sido agredido a golpes, viralizándose luego imágenes donde se lo veía con un labio sangrando.

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"No hubo robo de botines ni violencia hacia el rival. Se peleó gente de Rincón con mi cuerpo técnico, de ahí salieron los árbitros a la cancha y tendría que haberlo hecho el equipo contrario", comentó Barrientos. Dicho esto, el partido fue demorado y cuando se pensaba que iba a sonar el silbato media hora más tarde, la visita se plantó y decidió no salir a jugar al fútbol.

La incertidumbre hizo que el entrenador de Newbery se acercara a la gente de Rincón para dialogar y entender lo que estaba ocurriendo, pero nada prosperó: "cuando quise ir a charlar con la gente de Rincón me encontré con una cortina de seis o siete muchachos peleando, pegándole a mis colaboradores que fueron lastimados. Ahí se fue todo de las manos, la policía nunca estuvo en el túnel ni nada por el estilo. No había ni dirigentes contrarios, solo fuerzas de choque", reveló.

Con los hinchas presentes sin entender nada, el partido finalmente fue suspendido y se desconocía hasta ahí si se iba a poder disputar a lo mejor en un terreno neutral y a puertas cerradas, pero el Consejo Federal dio por 'ganador' al elenco neuquino con un fuerte fallo hacia Newbery.

De haberse jugado los segundos 90 minutos, planteó que al día de hoy "estaríamos trabajando en jugar en otra categoría, estábamos preparados en lo físico y psicológico junto a los dirigentes porque estaba todo en condiciones", descargó el ex DT del 'Aeronauta'.

"Todo esto en el fútbol se paga, el club quedó manchado y la gente también, ahora van a tener que afrontar una categoría mayor y ahí se van a dar cuenta de las consecuencias que ellos mismos lo lograron, no la van a pasar bien en todos los sentidos porque están en un lugar que no les corresponde".

A días de cumplirse un mes de un golpe durísimo para la institución y el fútbol en general, Barrientos puso punto y aparte, pero sin guardarse nada de lo vivido en su segunda casa ese cuatro de febrero. "Quedó todo expuesto a nivel nacional, pero nadie dice nada. Ese club va a jugar el Federal 'A' a pesar de todos los incidentes que hubo en las finales. Uno se da cuenta cuando un rival quiere jugar y cuando no lo quiere hacer. Nosotros teníamos fundamentos para defendernos en el Consejo Federal, pero quedó todo descartado y siguió con 'normalidad'. Como ex jugador de fútbol creo que los puntos se ganan dentro del campo de juego", opinó.

"Acá ya hubo violencia, que vengan y te maten a palos a tus propios compañeros no está bueno. No es joda, no es inventado esto. A mi cuerpo técnico le rompieron todo".

En probablemente las últimas palabras hacia sus dirigidos, Barrientos contó qué fue lo que charlaron poco antes de conocerse la suspensión: "en ese momento le agradecí a mis jugadores por la grandeza de sostener el grado de cordura y por cómo se dio todo. Cualquier ser humano podría haber actuado de otra manera".